CARTA ABIERTA DEL COMANDANTE FABIÁN DEL FGOc-OG POR EL 54 ANIVERSARIO
Queridos hermanos y cómplices de vida y sueños.
Mi saludo desde las selvas del Occidente colombiano y con nuestro sentimiento pleno de cariño y admiración por nuestra familia Elena y toda la energía que acreciente la firmeza y dignidad de todos y todas hoy al conmemorar un año más de resistencia y lucha de nuestro ELN.
CAMINO AL ANDAR
“Si no vienes a dar
el corazón, la vida,
no te preocupes en entrar
porque en tu entrada
comienza tu salida…”
(Extracto tomado de un poema de la revolución salvadoreña).
“Un día 4 de julio empezó, una marcha allá en Santander…”
Así comienza una de las canciones Elenas que hacen mención a la fundación de nuestro ELN. Su importancia y sonoridad la convierten en uno de nuestros más queridos himnos.
Es el relato de cómo se conformó, se entrenó e hizo su aparición pública la primera columna guerrillera que portando la bandera roja y negra, de LIBERACIÓN O MUERTE le anunció a nuestro pueblo Colombiano su irreductible compromiso de luchar por la liberación, contra la oligarquía liberal-conservadora que saquea las riquezas, y explota y oprimía a nuestro pueblo.
Este 4 de julio de 2018 estamos cumpliendo 54 años desde aquel suceso de inmenso valor para la historia de la lucha de nuestro pueblo colombiano por su liberación, autodeterminación y dignidad.
Muchas personas desde diferentes intereses y posturas ideológicas nos interrogan sobre ¿qué sentido y utilidad ha tenido nuestra lucha? Y si ¿ya no es hora de dejar de existir ante el fracaso de nuestros ideales?
Muy importante pregunta, que todo Eleno debe recibir y responder con toda la serenidad, dignidad y certeza del camino recorrido.
Preguntémosle primero a todos esos preguntones si, ¿no es el mayor fracaso de nuestra sociedad el haber vivido desde 1819; es decir, casi 200 años, sometidos a un permanente estado de guerra y persecución para nuestros líderes y pueblos que en justa causa, reclaman sus derechos?
Como dijera Jorge Eliecer Gaitán: “La oligarquía colombiana tiene la rodilla en tierra ante el oro americano y la metralla asesina para el pueblo colombiano”…, en su debate de defensa de la huelga bananera de los obreros que fueron ametrallados por el Ejército colombiano para defender servilmente los intereses de la compañía norteamericana United Fruit Company.
Hoy, esa oligarquía colombiana ya no es liberal-conservadora, ahora se agrupa en cinco partidos distintos, desprendidos del mismo tronco. Actualmente se llaman: Liberales, Conservadores, Cambio Radical, Partido de la U y Centro Democrático y en torno a estos partidos se agrupan todos los lacayos y vende patrias que hacen coro o son determinadores de las más atroces masacres, robo de tierras, asesinatos selectivos y constante persecución a líderes y movimientos populares que defienden su dignidad y sus derechos.
También son ellos los corruptos de todos los tiempos, que saquean y se reparten el patrimonio nacional y, algo más grave y atroz: ¡TODOS SE CUBREN CON EL MANTO DE LA IMPUNIDAD!
También es esta oligarquía la que a través de la historia, en su rol de gobierno, ha adelantado procesos de paz con los sectores que desde una postura popular se han rebelado contra el mal gobierno: En tiempos de La Colonia, 1781, bajo el yugo español, fue la negociación de paz con Los Comuneros; en 1900 fue la paz del gobierno conservador con el rebelde caudillo liberal Rafael Uribe Uribe; en 1953 la negociación fue con las guerrillas de Guadalupe Salcedo, quien viniendo a Bogotá a firmar los acuerdos, cayó acribillado a tiros por la Policía; en los 90 con el M-19, EPL, QUINTÍN LAME, Corriente de Renovación Socialista, PRT; igualmente, durante el proceso de conversaciones y negociación, cayeron asesinados muy importantes jefes de estas guerrillas.
Más recientemente tenemos desde 2016 el pacto de paz gobierno-Farc que en los dos años que lleva de proceso no han cesado la persecución y asesinatos a miembros de esta guerrilla y la destrucción del Acuerdo.
¿Cómo podemos denominar de manera comprimida a esta oligarquía vende patria, traidora y opresora que por 200 años ha entregado nuestra soberanía, ha robado y saqueado a la nación, se viste con la fachada de la paz y se adorna con la traición y la impunidad? Digámoslo con palabras que ellos mismos fabrican: SON LA BANDA CRIMINAL que todos los Colombianos dignos, humildes y trabajadores tenemos que liquidar.
En conclusión: Todos los pactos de paz que ha firmado esta banda criminal: oligarquía colombiana, los ha burlado y ha traicionado.
Volvamos a la pregunta que debemos responder:
Nuestro ELN es producto precisamente de todo este largo y trágico camino recorrido por nuestro pueblo y que ha llevado en todos los tramos de nuestra historia a que nuestro pueblo se levante en armas contra el Estado Colombiano y la banda criminal oligárquica que impera.
No son los pueblos que se levantan en armas contra la opresión los que tienen que claudicar en sus justos intereses, sino, las bandas oligarcas las que tienen que cesar sus modos criminales de asaltar y mantenerse en el Poder, de atentar contra la vida de los pueblos y destruir la naturaleza y los ecosistemas.
Durante nuestro trasegar hemos sido puntal de apoyo, educación, organización, convivencia para las comunidades y regiones donde hemos realizado nuestra acción insurgente y libertaria.
Producto de nuestro accionar militar hemos impedido o contenido el saqueo voraz de nuestras riquezas, a la vez que hemos sido dignos defensores de nuestros recursos naturales y de las fuentes de vida.
Igualmente hemos sufrido derrotas y fracasos producto de la acción enemiga y también de nuestras limitaciones y desviaciones. La superación y continuidad de nuestra lucha no tienen otra causa que el apoyo y participación de nuestro pueblo en la crítica de nuestros errores pero también, porque las causas que han dado origen a nuestro alzamiento en vez de haberse superado con el tiempo son más graves y lesivas para la vida de nuestro pueblo y la independencia de nuestra patria.
Hoy nos encontramos en un momento en que mientras el discurso es que estamos en la terminación del conflicto, realmente estamos pasando del último proceso fallido de paz y desenmascarando el recrudecimiento de la guerra contra el pueblo por parte del gobierno Santos y su sucesor.
Lo que viene es la intensificación de la persecución y el asesinato de los luchadores populares y sus organizaciones, la imposición de los megaproyectos extractivos que destruyen el territorio y la vida, el desmonte y burla a los acuerdos de paz que pactó el gobierno que termina, con la ya desmovilizada guerrilla Farc.
Para nosotros, los elenos, viene la mayor persecución y propósito de exterminio; pues somos nosotros, hasta hoy, el último bastión del pueblo insurgente que queda portando con las armas en alto, estandarte de la dignidad y la liberación de nuestro pueblo y nuestro país.
PARA DÓNDE SEGUIR
Todo lo expresado, nos lleva a reafirmar a nuestro pueblo, que sigue siendo necesaria la insurgencia armada que mantenga la esperanza de vida digna y autodeterminación, a continuar fortaleciendo la unidad y organización de la clase popular desde todos los frentes de lucha y resistencia, a mantener la búsqueda auténtica de paz, entendida como la justicia social.
Los guerrilleros tenemos los retos de: rectificar todos los actos y prácticas dañinas a los intereses y bienestar de nuestras comunidades y regiones; afinar la visión hacia dónde y contra quién disparar; ser genuinos portadores de los más cualificados valores de respeto, solidaridad y honestidad entre nosotros y con las comunidades donde vivimos y luchamos.
Si somos pueblo en armas, es porque nuestro destino está hermanado con las aspiraciones de vida digna, convivencia solidaria y defensa de la vida y patrimonio de nuestro pueblo; y consecuentes con ello tenemos que reconocer y superar las desviaciones que han llevado a amigos y simpatizantes a soportar maltratos e injusticias, ocasionadas muchas veces por nuestra forma de relacionarnos y actuar.
Somos conscientes de que nada fácil o ligero nos espera, muy al contrario, como nos lo enseñó el Comandante en Jefe Camilo Torres: “la lucha es larga…” y también dejó bien sustentado que es la oligarquía la que tiene que decidir cómo va a entregar el Poder.
De nuestro Comandante en Jefe Manuel Pérez, nos queda clara la exigencia de que la realidad que hoy afronta nuestra patria reclama “hombres y mujeres para tiempos difíciles”; y por ello cada uno de los que hoy integramos las filas elenas tenemos la exigencia de ser mejores y dignos portadores de los ideales que dieron origen a nuestra Organización; manifestando en la vida diaria el compromiso de respeto a la dignidad y vida de los humildes de Colombia; a ser firmes, insobornables e irreductibles, ante el riesgo de la acción enemiga; a guardar con celo y lealtad los secretos de lucha de nuestro pueblo y sus organizaciones; a deponer intereses mezquinos de bienestar personal cuando somos agentes de los ideales e intereses de una patria que nos cubra a todos.
El primer eslabón de nuestro proyecto de vida y lucha tiene que ser realizado en la acción y relación cotidiana que se manifiesta en las áreas, campamentos, zonas y regiones donde habitamos y ese espacio es el principal escenario para construir el Poder que concebimos y es esa población que nos rodea la llamada a verificar y respaldar nuestro compromiso de revolución.
En nuestro 54 aniversario comprometámonos a hacer real la consigna que debe llevar todo Eleno como paradigma de vida: ¡DONDE SE ENCUENTRE UN ELENO, HAYA UNA ESPERANZA DE LIBERACIÓN!
¡Por la liberación nacional y la construcción del socialismo!
¡Ni un paso atrás… liberación o muerte!
¡Nuestras armas ni se rinden ni se entregan!
¡Siempre junto al pueblo!
¡VENCEREMOS!