Persistiremos en una alternativa de poder para el pueblo

PERSISTIREMOS EN UNA ALTERNATIVA DE PODER PARA EL PUEBLO

Conocidos los resultados de la elección presidencial en su segunda vuelta electoral que dan como ganador al señor Iván Duque numerosos son los análisis que registran en el ambiente político sobre lo que fue y significó para el país la campaña política realizada, así como lo que viene para todos los colombianos con la posesión e inicio del nuevo gobierno el próximo 07 de agosto.

Respecto de lo primero varias conclusiones salen a la vista. Entre ellas resaltamos que se ha desarrollado una intensa y agitada campaña que mostró desde sus inicios la polarización creciente que vive el país, dada la impopularidad y el rechazo cada vez más generalizado que tiene el gobierno de Juan Manuel Santos.

Puestos en evidencia los flacos resultados alcanzados por este gobierno, en sus 8 años de duración, la campaña político electoral tuvo como centro la discusión sobre los graves problemas que afectan al país y obstaculizan su desarrollo, así como las alternativas y políticas a implementar principalmente en el corto y mediano plazo. No superadas la violencia, la desigualdad, la dependencia, el atraso y la antidemocracia que ha caracterizado este país en sus más de 200 años de vida republicana obviamente no se podía esperar un debate con amplias garantías, reconocimiento de las fuerzas populares e identidad frente los verdaderos problemas de la nación, su etiología y salidas. La sociedad capitalista presente hoy en Colombia asistió a un escenario donde los intereses y apuestas de las clases sociales salieron a relucir, poniendo en escena diferentes fuerzas políticas con proyectos y propuestas de país profundamente distintos. Cierto que no fue un debate sobre el fin del capitalismo pues primaron los temas de la paz y la institucionalidad, la debacle económica, la corrupción y la redistribución de la riqueza. Visto el antagonismo en medio de tan limitado debate es precisa la denuncia del fraude, la estigmatización, la campaña sucia, la ausencia de garantías que caracterizaron estas elecciones, buen reflejo del terrorismo que acostumbran practicar la oligarquía y el Estado a nombre de la democracia en un mundo marcado por la globalización neoliberal y la pugna imperialista por una nueva repartición de los mercados y territorios.

En escena la socialdemocracia animó el debate sobre negativos efectos que tiene para el país el mantener un modelo económico basado en la exportación de materias primas (léase petróleo, carbón, oro, etc.), y junto a este un régimen autoritario basado en la injusticia social y el irrespeto permanente de las libertades individuales y colectivas. Sus propuestas llamaron a la inversión productiva, la defensa de la paz, los acuerdos de La Habana y la Constitución del 91 en un enfoque que permita avanzar hacia un capitalismo democrático.

Los señores de las Farc, como buenos embajadores del oportunismo y la conciliación de clases, redujeron su labor a la defensa de los acuerdos de La Habana, poniéndose de acuerdo en un modelo de capitalismo democrático.

Los partidos de la U, Liberal, Conservador, Cambio Radical, agrupados en la “Unidad Nacional” y parte del gobierno brillaron por su debilidad, en las elecciones de marzo redujeron su número de curules en el Congreso y en estas elecciones presidenciales sus candidatos en primera vuelta perdieron mostrando su impopularidad. Al final, zigzagueando con una u otra estrategia y sin mucho ruido se unificaron apoyando al candidato derechista del Centro Democrático Iván Duque. La historia política del país brinda testimonio nuevamente de una oligarquía en aprietos, ilegitimada, con colaboradores poco firmes y en crisis, obligada a unificarse para defender su sistema, su permanencia en el gobierno y las políticas que garantizan sus intereses.

Como partido proletario defendimos la candidatura progresista del exalcalde de Bogotá Gustavo Petro defendiendo los mandatos populares que fortalecieron su programa de denuncia y rechazo al neoliberalismo, la corrupción y recorte de las libertades políticas democráticas. A pesar del revés que tuvo la propuesta de Asamblea Constituyente en los últimos días de la campaña apoyamos el llamado realizado por el candidato de luchar con ahínco por reformas democráticas que cierren el paso a la injusticia y desigualdad social, la corrupción y la antidemocracia reinante. Impulsando una propuesta frentista y ligados al fuerte clamor popular por el cambio nuestra campaña ánimo la lucha contra el gobierno, y destacó la importancia de avanzar hacia una salida política al conflicto económico, social, político y armado presente en el país.

Balanceando la campaña son muchas las enseñanzas a recoger, insistiremos en potenciar los elementos positivos buscando abrir caminos y superar dificultades, pues ante todo nos guía y caracteriza la persistencia por ser una alternativa de poder para el pueblo.

Los revolucionarios y demócratas defendemos la democracia del pueblo y para el pueblo, nuestro partido en esa perspectiva seguirá animando la participación y la lucha popular por un gobierno auténticamente democrático que haga posible las reformas que hoy reclaman las mayorías nacionales. Recabar en la propuesta de Constituyente, pulir el programa y fortalecer la acción popular comprende un gran reto político al cual dedicaremos especial esfuerzo.

Respecto al gobierno que pronto tomará las riendas del país en cabeza de Iván Duque no dudaremos en confrontarlo llamando al pueblo a defender con tesón y gallardía sus derechos y libertades, hoy en peligro por un programa neoliberal, fascista y retardatario.

Llamamos a todos los revolucionarios y demócratas a mantener en alto las banderas del pueblo e impulsar con ahínco y decisión un gran Frente de Lucha y Oposición contra el gobierno de Iván Duque.

¡Viva la lucha popular!…. ¡Viva, Viva, Viva!

¡Abajo el gobierno oligárquico de Iván Duque!….¡Abajo, abajo, abajo!

COMITÉ EJECUTIVO CENTRAL
PARTIDO COMUNISTA DE COLOMBIA MARXISTA-LENINISTA

Julio de 2018