Denuncia ante la profanación de tumbas de los asesinados en el genocidio del Frontón, Lurigancho y El Callao

DENUNCIA DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ ANTE LOS EXECRABLES HECHOS DE PROFANACIÓN DE LOS RESTOS Y LAS TUMBAS DE LOS JÓVENES ASESINADOS EN EL GENOCIDIO DEL FRONTÓN, LURIGANCHO Y EL CALLAO.

El Partido Comunista del Perú
Ante el proletariado y los pueblos del mundo

DENUNCIA:

I. Que el 19 de junio de 1986 el Estado reaccionario, a través de su gobierno de turno con Alan García Pérez a la cabeza, ordenó el más execrable hecho de su guerra contrarrevolucionaria: EL GENOCIDIO DE LOS PENALES DEL FRONTÓN, LURIGANCHO Y EL CALLAO, asesinando a 250 prisioneros políticos desarmados con balas, bombas incendiarias y explosivos. No contentos con esa vileza, no quisieron entregar los restos a sus familiares y realizó subrepticiamente un entierro clandestino desperdigando los restos en diversas tumbas sin nombre, sin notificar nada a sus deudos, pero publicando en los diarios “se les ha dado cristiana sepultura” y “se les dará a conocer dónde”.

Acto genocida, orden genocida y día del genocidio de 250 asesinados y asesinadas cubierto con 32 AÑOS DE IMPUNIDAD.

Pero la lucha de los familiares no cejó y continuó exigiendo la entrega de los restos y su exhumación para identificarlos. Nuevamente, el Estado reaccionario del Perú secuestró los restos manteniéndolos en cajas de los sótanos del Ministerio Público desde el 2003, cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó al Estado del Perú lleve a cabo un juicio.

La peregrinación de las madres, hijos, padres, hermanos y amigos duró hasta que en el contexto del juicio abierto 30 años después del hecho genocida entregó solamente una veintena de restos de cuerpos, a quienes sus familiares y amigos dieron por fin digna y correspondiente sepultura, por tratarse todos de jóvenes apresados y asesinados por luchar contra la desigualdad e injusticia del orden capitalista de explotación y nunca juzgados ni condenados, solamente procesados.

El PCP calificando el vil genocidio había saludado el heroísmo de los revolucionarios y sancionado el DÍA DE LA HEROCIDAD el 19 de junio de 1986 y desde ahí se rinde homenaje a estos héroes del pueblo y la revolución. Y apoyó el solemne homenaje de sus poquísimos restos.

Los familiares con sus pobres economías compraron legítimamente el terreno, no en los grandes y fastuosos camposantos de la capital sino en el histórico y populoso pueblo de Comas, en las afueras de Lima, Cono Norte, último cerro. Fabricaron una hermosa escultura de piedra de Huamanga de 40 cms. Miles de hijos del pueblo acompañaron a los familiares y no se lesionó ningún bien jurídico protegido.
Internacionalmente, comunistas, revolucionarios y verdaderos demócratas conmovidos extendieron su justo homenaje a los revolucionarios caídos del Perú.

Y como tenía que ser, nuevamente el reaccionario Estado peruano, de ultraderecha hoy, acordó demoler la humilde pero significativa construcción y no se inmutó en dar una ley con nombre propio a través de su corroído Congreso ultraderechista, aunque ley propuesta por el ultraderechista dizque liberal Alberto de Belaunde y refrendada por el reemplazo del renunciante Pedro Pablo Kuczynski el ingeniero Vizcarra, quien tratando de salvar su podrido Estado burgués en crisis general y cumpliendo las ordenes y consejos del BID o la CIA pone el blanco de su ataque en la corrupción, manteniendo oculta la opresión y explotación capitalista neoliberal con maniobras como el último Referéndum.
Ley que modificó expresamente la Ley de Cementerios para demoler “democráticamente” los nichos.

Esa es la democracia burguesa, hace las leyes que le pueden servir a sus intereses de grupo, ni siquiera de clase y para aplicar la persecución política como la única opción contra quienes cuestionan el sistema de explotación capitalista y en el Año proclamado del Diálogo y Reconciliación.

Con ese instrumento “legal” y otras leguleyadas, arbitrariedades y medidas discriminatorias como la no notificación, el alcaldillo del distrito, sumiso al Estado de ultraderecha, otra vez clandestinamente PROFANÓ LOS RESTOS Y LAS TUMBAS DE LOS JÓVENES ASESINADOS EN EL GENOCIDIO DEL FRONTÓN, LURIGANCHO Y EL CALLAO.

Los familiares con justa indignación condenan este nuevo acto de barbarie, propio de cobardes que se ensañan con los huesos de los por ellos asesinados, buscando que no quede ningún rastro de los revolucionarios y la revolución. ¡VANO INTENTO!

II. Hoy como ayer, el Partido Comunista del Perú, a la vez que denuncia la prosecución de la política genocida del Estado peruano, APOYA con firmeza la lucha de los familiares quienes solo piden justicia y respeto para enterrar a sus deudos de acuerdo a sus propias costumbres.
Saluda igualmente la lucha legal librada en los tribunales peruanos y extranjeros. Y considera justa la Acción de Inconstitucionalidad contra esa ley modificatoria con nombre propio que niega el derecho fundamental de enterrar a los muertos.

¡¿Quién los mató?! ¡El Estado peruano genocida!
¡¿Quién los vengará?! ¡El Partido y la revolución!
¡Viva los héroes del pueblo y la revolución!
¡Gloria al Día de la Heroicidad!
¡Viva la revolución peruana!

Perú, 29 de diciembre del 2018

Partido Comunista del Perú