Bajo el disfraz de una “ayuda humanitaria”, este 22 y 23 de febrero, los Estados Unidos y sus seguidores, usaron a Colombia como cabeza de playa, en su plan para derrocar al Gobierno legítimo de Venezuela. Sin embargo, en esta ocasión, tampoco lograron su objetivo.
El Gobierno de Duque y las grandes empresas privadas de comunicación, ejecutaron un gran despliegue comunicacional, de distorsión y engaño, que intenta justificar la agresión, a la que se esta prestando el régimen colombiano, en cumplimiento de las directivas trazadas desde los EEUU.
Violando toda normatividad internacional, Duque y Uribe prestan nuestro territorio para generar una peligrosa situación de guerra en la frontera común. El plan que ejecutaron el pasado fin de semana, para desbordar la violencia, justificar la intervención y tumbar al Gobierno, no tubo el apoyo necesario del pueblo venezolano, ni de sus Fuerzas Armadas. Por esto, fracasaron una vez más.
Seguirá el plan del imperio norteamericano y vendrán nuevas batallas. Pero ésta la perdieron, con ello empieza a tambalear, el plan que pusieron en marcha desde el 23 de enero, con la auto-proclamación de un “Presidente” ficticio, que no tiene ningún control territorial, sociedad a la cual gobernar, instituciones a las cuales administrar, ni mando interno alguno.
El diario estadounidense Wall Street Journal, reconoce que:
“Muchos de los opositores de Venezuela y sus partidarios de Estados Unidos, pensaron que el régimen del Presidente Maduro se derrumbaría rápidamente, después que Washington apoyara un plan diseñado, para socavar su apoyo militar y estimular su salida. No ha sucedido de esa manera”.
Los EEUU con el asedio contra Venezuela, extremado los últimos 4 años, intenta crear una crisis humanitaria, que ahora usa como excusa para imponer una intervención extranjera en los asuntos internos de este pueblo hermano.
Sólo en este año, los EEUU y el Reino Unido, han confiscado 30.000 millones de dolares a la República Bolivariana de Venezuela, mientras que el valor de la supuesta ayuda humanitaria que llevaron a Cúcuta, apenas valía 20 millones. En días pasados, en Londres confiscaron 1.200 millones de las reservas venezolanas de oro.
El plan de Trump persigue hacer colapsar la economía de Venezuela, desprestigiar el proceso revolucionario bolivariano, crearle grandes sufrimientos al pueblo, desesperarlo y empujarlo a derribar al Gobierno legítimo.
Operación golpista igual a la que perpetraron hace 46 años, contra el Presidente Salvador Allende, cuando Kissinger, el Secretario de Estado de EEUU, de esos años, dijo que: “hay que hacer chillar la economía”; que es lo mismo que ahora hacen contra Venezuela.
El domingo 23, mientras los voceros del Gobierno colombiano hacían innumerables declaraciones tergiversadas, sobre los hechos de la frontera colombo-venezolana; le daban la espalda al país y nada decían de la tragedia, que acontecía desde la madrugada, en el Sur del Departamento del Chocó, debido al desbordamiento de 5 ríos, que inundan 7 municipios y dejan 7.000 damnificados. Cada día Duque le da más la espalda al país, concentrando su mirada en el derrocamiento del Presidente Maduro y en la intervención militar. Frente a ello, los colombianos decimos: No la agresión contra Venezuela, No al sabotaje económico al Gobierno bolivariano, No a la guerra contra el país hermano, Sí a la paz en Colombia, Sí a la paz en el continente, Sí al principio de auto determinación y de no intervención, Sí a favorecer el diálogo interno en Venezuela, para que ellos mismos resuelvan sus problemas.
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