Nuevamente, sangre india corrió en tierras mexicanas, ahora junto a sangre mestiza.
Nuevamente, luchadores sociales cayeron en el mes de Aguas Blancas.
Nuevamente, la libertad de prensa fue burlada, ahora en su día.
Nuevamente, hombres libres luchan en tierras mexicanas.
El siete de junio de 1998, en la comunidad de El Charco, se realizó un enfrentamiento entre una de las unidades del ERPI y diversas unidades del ejército federal. Hasta el momento, por la dificultad de movimiento provocada por la militarización de la zona, no hemos tenido acceso a una información más precisa, por lo que nos limitamos a exponer lo que hasta el momento conocemos del caso.
La unidad del ERPI se encontraba en esa comunidad como parte de la labor de consulta popular que estamos realizando entre diversos sectores de la población.
En dicha acción nuestros combatientes, uniformados, se encontraban reunidos con parte de la población civil, de la cual se escucharon sus planteamientos para elaborar, con base en ellos, los del ERPI. Asimismo, se encontraban en esa población algunas personas provenientes de otras zonas del país, que participaban, como población civil también, en dicha consulta.
En esta como en otras varias ocasiones en que el ejército federal se ha encontrado cerca de nuestras unidades, los combatientes del ERPI tenían instrucciones de replegarse en caso de acoso del ejército federal, para eludir el combate o llevarlo fuera de la población, sin embargo, ante lo sorpresivo del ataque el combate hubo de emprenderse en el interior de la población.
Nuestros combatientes repelieron el ataque del ejército federal, entablándose un combate en el que cayeron muertos varios de nuestros combatientes y en el que fueron asesinados algunos civiles desarmados, desconociéndose el número exacto de ellos.
Sabemos que algunos de los cadáveres que el ejército federal retiró de la zona efectivamente eran de combatientes del ERPI, sin embargo, alertamos a la opinión pública ante la posibilidad de que, como ya lo ha hecho en otras ocasiones, el gobierno distorsione los hechos, modificando el escenario para presentar ante la prensa cadáveres de luchadores sociales que no son ni han sido nunca combatientes, pero que después de asesinados pueden ser vestidos con uniformes como los nuestros. Decimos esto por su negativa a permitir el acceso de la prensa al área de combate, precisamente en el día de la libertad de prensa, y por el acoso de que han sido objeto diversos luchadores sociales.
Como lo ha consignado la prensa, existe gente que ha huido de sus casas para refugiarse en el monte o en la cabecera municipal, y no regresará en tanto no existan garantías para su vida y su integridad física, por eso pedimos a las organizaciones humanitarias, participar en la defensa de los derechos de estos ciudadanos, para que puedan incorporarse a sus actividades habituales.
Existe gente que se encuentra desaparecida o encarcelada, por eso demandamos al gobierno su presentación y su liberación y a las organizaciones políticas democráticas les pedimos su intervención para demandar al gobierno su presentación o su libertad y el cese de la persecución de diversos luchadores sociales, que sabemos se ha iniciado ya y que habrá de intensificarse en los próximos días.
Existe un permanente hostigamiento del ejército contra la población civil de la zona, por eso demandamos el cese de dicho hostigamiento y a las organizaciones sociales, políticas y defensoras de los derechos humanos pedimos su intervención.
Existen varios cadáveres de personas cuyos familiares no tienen garantías para pedir les sean entregados para darles sepultura, por eso solicitamos a las organizaciones sociales, a la iglesia en particular, su intervención humanitaria a fin de que el gobierno otorgue garantías para que dichos cadáveres sean sepultados conforme a las tradiciones de sus familias.