Los poderosos en Colombia siempre han gobernado de la misma manera

LOS PODEROSOS EN COLOMBIA SIEMPRE HAN GOBERNADO DE LA MISMA MANERA

I

Andrea cumpliría este año 16, pero a sus 18 meses le cortaron un brazo y una pierna para dejarla desangrar antes de matar a sus padres. Deiner Andrés tendría 25 años, pero a sus 11 le arrancaron la cabeza de un garrotazo mientras asesinaron a machete a sus padres. Esas “heroicas” acciones las ejecutaron tropas de la 17 brigada del Ejército en compañía de algunos paramilitares, usaron machetes para que otros pobladores de la comunidad de paz de San José de Apartadó no huyeran al escuchar disparos. Sucedió en febrero de 2005 durante el primer gobierno de Álvaro Uribe Vélez1.

Ante la evidencia de este aberrante crimen de Estado: 1) Declaraciones de altos funcionarios, primero negando y luego justificando el hecho como parte del combate con la guerrilla; 2) los grandes empresarios privados de la “información” repitieron las comunicaciones oficiales con sus promesas de “investigación exhaustiva”, luego todo va del asombro al olvido y se tapa con los goles colombianos en el mundo2.

Al Ministro de Defensa Camilo Ospina que salió triunfal para la embajada de Colombia en la OEA lo sucedió Juan Manuel Santos, quien puso en práctica la Directiva Ministerial 029 de incentivos por bajas con sus más de tres mil ejecuciones extrajudiciales3. Luego: declaraciones oficiales, investigaciones, pero esta vez “dan la cara”, se adelantan al escándalo y destituyen a algunos oficiales. Sin embargo la directiva que recompensaba el número de muertos y los “altos oficiales” que pedían a sus subalternos “ríos de sangre”, siguen intocables4. Tanto así que durante la presidencia de Juan Manuel Santos fueron asesinados 609 líderes y activistas populares vinculados a la defensa del medio ambiente y víctimas de la restitución de tierras, lo que significó la muerte para cientos de reclamantes, ya no los vestían de camuflado: eso era chocante 5. La política de los “falsos positivos” no desapareció. Más bien se sofisticó, como en la masacre de El Tandil en Tumaco, donde la policía y el ejército, los ministerios y los medios mintieron descaradamente para ocultar el asesinato de campesinos desarmados por parte de la policía6.
Masacres, ejecuciones, amenazas, operaciones encubiertas contra un país vecino, propaganda intensiva ¿y, como resultado? el Nobel de Paz. La ultraderecha en urna de cristal alineada con la globalización, generando las condiciones para la legalización de la inversión extranjera sobre las fosas comunes y la promesa de una “nueva época política” dejando el campo arado para la actual siembra uribista. Así tengan diferencias de enfoque, el plan neoliberal de saqueo, extractivismo y depredación es el mismo.

Mucha sangre ha corrido bajo los puentes y hoy, en el tercer gobierno de Álvaro Uribe, luego de los “importantes” logros de Santos para el proyecto del neoliberalismo armado (derrota FARC-EP; reinstitucionalización del desprestigio uribista; cooptación de amplios sectores a su proyecto político; limpieza de zonas para la inversión extranjera; TLC, TiSA, OCDE, OTAN, etc.) vuelve Uribe a reescribir la historia y de nuevo refundar el país: más de 130 exguerrilleros asesinados; 702 líderes ejecutados sistemáticamente, más de 190 en el actual gobierno7; atentados, intimidaciones y amenazas; y como botón de muestra la tortura y muerte de Dimar Torres a manos de un grupo de “héroes” expertos en matar personas inermes8. Ante el hecho: declaraciones de altos funcionarios primero negando y luego justificando; ante la evidencia aportada por la comunidad en videos y redes sociales, las grandes empresas de la “información” después de repetir las mentiras del Ministro de Defensa, salen a reproducir tímidamente las mentiras del oscuro, mafioso, cínico y vulgar Néstor Humberto Martínez.

II Doctrina “Damasco” en acción

El general al mando de los “héroes” que asesinaron a Dimar Torres pide perdón a la comunidad, como lo debe hacer un representante de la “línea intelectual” del ejército (Alberto Mejía, Rubén Darío Alzate, Javier Ayala Amaya), que ven un vínculo estratégico entre la operación sicológica y el conjunto de la contrainsurgencia para legitimar política e ideológicamente sus atrocidades, poniéndole un vestido de “honor” al despojo y al exterminio sin los cuales no hubieran sido posibles sus ascensos9.

Los superiores de ese oficial que le dicen: “Si le dolió váyase para la guerrilla”10 criticándole el gesto, son representantes de la línea fascista más fanática e irracional que es dominante en las Fuerzas Armadas y que entiende con claridad que la doctrina “Damasco”11 (orientada en Colombia por los Estados Unidos en el contexto de su “Ofensiva al Sur”12, pero recogiendo la experiencia de las guerras de saqueo, robo y agresión de Norteamérica y sus aliados OTAN en Libia, Siria, Irak, Afganistán, Palestina y Yemen y las agresiones a Sudán, Ucrania y Venezuela) es la síntesis que recoge lo que las Fuerzas Armadas han venido aplicando desde mediados de la década del 80. “Sin refinamientos académicos” pero elevando el concepto a nivel de guerra total donde todos somos enemigos y objetivo. Incluso sus propias fuerzas, la RAM (Revolución en Asuntos Militares) en la versión de la línea fascista del ejército implica la aplicación de operación sicológica sobres sus tropas para generarles una distorsión de la realidad y convertirlos en asesinos y torturadores que ni siquiera pueden entender los objetivos políticos o los límites éticos de su acción. Así son " capaces de todo" con tal de tapar su incomodidad.

Guerra total para aniquilar enemigos del Estado reales o supuestos, con el uso convencional de la fuerza militar y el uso diluido de sicarios, paramilitares, bandas freelance, para asesinar líderes populares, desmovilizados y pobres anónimos de toda condición. Pero hoy, a diferencia de los 80 y 90 cambiaron magnicidios de personalidades reconocidas, por su desprestigio, mientras desangran cotidianamente los procesos, líderes activistas del pueblo que van de la muerte al olvido.

Las empresas privadas de la “información” son fundamentales en la concepción de la Doctrina de Acción Integral (Damasco) y la guerra total. Así se comprende de la Sociedad Interamericana de Prensa este año en Cartagena, donde los más reaccionarios propagandistas del neofascismo criollo (Claudia Gurisatti, Juan Lozano, José Manuel Acevedo, entre otros) recibieron la orientación del manejo de la información nacional y sobre Venezuela de parte de expertos en inteligencia como el General de la Policía Nacional Oscar Atehortúa, del exministro de Defensa Juan Carlos Pinzón y del comandante de la Fuerza Naval del Caribe, vicealmirante Andrés Vásquez Villegas; calificaron como “fake news” todo lo que no dicen ellos, hechos bastante dicientes13.

De manera que la repetición incesante de mentiras y propaganda oficial ambientan y justifican agresiones militares contra el pueblo colombiano o contra Venezuela con la bandera publicitaria de los Derechos Humanos, la democracia, Estados Unidos y las guerras “humanitarias”.

Un ejemplo entre muchos fue el tratamiento que se le dio a la Minga indígena14, criminalización del movimiento indígena, difusión por los medios de las estulticias del partido del gobierno; mentiras absurdas del siniestro y mafioso exfiscal Néstor Humberto Martínez, que acusó al movimiento indígena de terrorista y de querer atentar contra el subpresidente, más las boberías de la cómica vicepresidenta, quien señaló la “infiltración por parte de Maduro” en la Minga. Al final, junto con asesinatos, operaciones de falsa bandera, amenazas de muerte y montajes judiciales, desmovilizaron los justos reclamos de la movilización indígena.

III En Colombia la masacre sí tiene criterio social

El criterio y el sentido social es el de las castas dominantes que se han enriquecido en los últimos 35 años con la muerte y la desgracia de la gente humilde. La política militar del Estado colombiano está y ha estado estrechamente ligada a los proyectos económicos de los ricos y los extranjeros. Por supuesto incluye abusar y asesinar a los más débiles para imponer la “supremacía moral” de las millonarias castas dominantes colombianas. Va más allá aunque les resulte muy importante para sembrar la sociedad de odio, miedo y desprecio contra los abajos y adulación hacia ricos y poderosos.

El proyecto del neoliberalismo armado en Colombia se desenvuelve como acumulación por exterminio en unos casos –asesinato, desplazamiento, apropiación, legalización, inversión- y acumulación por despojo en otros –deforestación, apropiación de baldíos, privatización-, siempre en el marco del proyecto de desarrollo forzado por la violencia que todas las facciones de poderosos en Colombia tienen como bandera (santistas, uribistas, lleristas, todas las rancias momias políticas que han aportado al desarrollo de esa vía criminal para Colombia, como Gaviria y Pastrana; desde sus abuelos hasta sus nietos: por eso son oligarquías), incluso con el silencio y la comodidad de los anhelantes del poder como Sergio Fajardo y su grupo chévere de cuasi “fascistas zen”.

Ese modelo neoliberal de desarrollo forzado trata de oxigenarse con la promesa del postconflicto o la idea de la “nueva época política” culpando a la exinsurgencia y a la izquierda en general de todos los males históricos de nuestra nación, para reclamar el triunfo total del proyecto de país del narcoparamilitarismo en alianza con los aristócratas que de ahí han bebido pero miran hacia otro lado para que los reciban en el primer mundo y aunque no falta quien le “coma cuento” a los “tecnócratas” que no actúan como gamonales, lo cierto es que ambas facciones del Bloque de Poder Contrainsurgente han aprovechado las rentables ventajas de la masacre con criterio social, que consiste en:

1) Apoderarse a sangre y fuego de tierras campesinas, indígenas y negras para proyectos de inversión palmera o ganadera; proyectos de economía extractiva o hidroeléctricas como El Quimbo o Hidroituango, este último resume el “tipo ideal” de negocio en Colombia: obra orientada por el capital extranjero; limpiaron el terreno con masacres y asesinatos; amigos y familiares del poder se apropiaron de la tierra y se la venden al Estado para hacer la megaobra; manejo mafioso y corrupto de contrataciones e inversiones con funcionarios públicos que representan intereses privados; la inundación tapa las fosas comunes y borra la historia de sangre que se esconde detrás de corbatas, cocteles y ruedas de negocios; la obra mal hecha por cuenta de la mediocridad y la corrupción; tragedia humanitaria y ambiental velada por las mentiras y los silencios de las grandes empresas de la comunicación, que además hacen eco de mentiras como las del mafioso siniestro exfiscal Néstor Humberto Martínez “todo es culpa del buchón de agua”, ejemplo perfecto de cómo se construye nuestra historia contemporánea15.

2) Expropiar y saquear bienes comunes (recursos naturales o empresas que son activos sociales) entregándolos a privados nacionales o extranjeros. Los empresarios patrocinan al poder político y definen los cuadros que como funcionarios del Estado van a favorecer a esos empresarios privados. Todo alrededor del siniestro mafioso Néstor Humberto Martínez y su patrón Luis Carlos Sarmiento Angulo lo demuestra vivamente.

En las áreas que antes controlaban lo que fueran las FARC-EP hoy avanzan la deforestación y la apropiación de tierras (más de 300000 hectáreas) por empresarios como Sarmiento Angulo y políticos con el apoyo de jueces, como Gustavo Londoño, representante a la Cámara por el Centro Democrático, que se apropió, fraudulentamente, de siete mil hectáreas en Vichada16.

3) Destruir la organización popular asesinando, encarcelando o haciendo huir a sus líderes, atacando las organizaciones sociales que no se comprometan con el discurso de las clases dominantes. La destrucción es material y moral, pues se trata, además, de bordar su historia y generar el ideario social de que organizarse es malo17.

4) Influir con el terror en el comportamiento de comunidades, pobladores y organizaciones. El miedo y la muerte como operación sicológica sobre los pueblos para que no luchen por sus derechos, huyan o se pasen al bando de los ricos asesinos y traicionen a su gente.
Al tiempo se genera un ambiente de “fascismo social” y odio contra los directos afectados, pues ciertos sectores se “acostumbran” a la muerte de los pobres indígenas, campesinos y negritudes, sean organizados o no, “porque algo habrán hecho”, “son guerrilleros” (como si eso justificara una ejecución extrajudicial), “son infiltrados de Maduro”, y todas las babosadas que se reproducen en los espacios más encumbrados y hasta por los personales más refinados de la política.

“Puede tener miles de cuestionamientos sobre gravísimas violaciones a Derechos Humanos, pero que las condiciones de seguridad y de protección a la ciudadanía mejoraron son (sic) innegables”18, dicta Juanita Goebertus al referirse a uno de los gestores del neoliberalismo armado, Uribe Vélez; y es lógico que ella entienda así las cosas, pues los masacrados, descuartizados e incinerados no eran ciudadanos que merecían la misma protección que Goebertus. Eran, en cambio, pobres de lugares remotos o barrios periféricos. Evidentemente ni a Juanita ni a nadie de su familia le han “han dado machete” hasta la muerte, ni le han pasado una motosierra, ni ninguna de las salvajadas infames que le tocan a los abajos, mismos que ni han visto ni le importan.

Total, el sector de la derecha anfibia y políticamente correcta –durante la alcaldía de Antanas Mockus y mientras le enseñaban a los bogotanos a no decir “tombos” y a cruzar la cebra se dieron los más altos índices de asesinatos de jóvenes y niños en Ciudad Bolívar y Usme por cuenta de la “limpieza social”: zanahoria y garrote le llamaban a eso-, cabalga sobre una violencia institucionalizada que les resulta funcional porque les abre espacio político al mostrarse como “críticos” pero comprometidos en la defensa de esa institucionalidad “porque es la única que tenemos”, así sea mafiosa, mentirosa y asesina.

De manera que el terror, el miedo y el odio como política de Estado generan más riqueza para los ricos e influyen en el comportamiento social y muchísimo en la definición del campo político con sus discursos aceptables y aceptados.

IV Propaganda oficial, repetición de mentiras en la construcción de un ideario urbano

Indiscutiblemente uno de los éxitos del Bloque de Poder Contrainsurgente ha sido contener los más profundos conflictos sociales en el campo y las periferias urbanas, un imaginario en el que las gentes del campo o son buenos salvajes19 o bandoleros y los pobres de las periferias son potenciales delincuentes que solo inspiran miedo o desprecio y sólo sirven o se hacen visibles a la hora de campañas cívico-militares o de votar.

La imposición de un discurso político único e institucionalizado hasta en sus diferencias junto a una manera omnímoda de análisis de la realidad social, normaliza un criterio unanimista y toda interpretación divergente o toda pretensión explicativa resultan aburridoras, “locas” o de plano terroristas. La irracionalidad y confusión se imponen, más cuando esa visión se acompaña de medidas legislativas, judiciales y de policía, propias del Estado de excepción, que se aplican sin derecho a cuestionarlas.

Disciplinamiento social en la práctica: legalizando el abuso de fuerza de una policía adoctrinada y cruel que odia al pobre (multas a poetas, a vendedores y comedores de empanadas, golpizas a vendedores informales y hasta ejecución de colados en Transmilenio como ha ocurrido en Bogotá20); y domesticación social desde la propaganda intensiva para imponer la culpa y la idea de que los pobres no nos sabemos comportar sin las ideas o la autoridad de los ricos.

La política de “seguridad urbana” orientada a actuar sobre “la percepción” de sectores sociales y políticos de clase media y alta, criminaliza la pobreza al tiempo que emplea a fondo los niveles “bajos” de la institucionalidad mafiosa, manejando alianzas y acuerdos con bandas delincuenciales, paramilitares y expendedores de droga para mantener en los barrios un ambiente de miedo y control social. Por ejemplo en Bogotá (que se vende como una de las ciudades que avanza en la lucha contra el microtráfico) las “líneas de droga” y el ciclo: captura de expendedores, allanamiento de “ollas” y posterior entrega de las “ollas” a nuevas bandas, es integralmente manejado por la policía de los cuadrantes que gana por partida triple: cobra impuestos a las “ollas”; controla los movimientos y la vida de la población, impidiendo cualquier manifestación de descontento y cuando la policía requiere resultados captura a los mismos que han patrocinado y los reemplaza por nuevos. El problema surge cuando “los más locos” se salen del redil y van a robar a los barrios “bien”.

Manizales “ciudad ejemplar” con dos meses sin homicidios: las estadísticas mejoran mientras los muertos son arrojados a las zonas rurales y las periferias de poblaciones cercanas en acuerdo con las bandolas subordinadas, en Medellín la antigua gobernabilidad en su forma “DonBernabilidad” se reedita bajo nuevos “dones” y está más viva que nunca en los acuerdos institucionales21 de un hampón mentiroso como “Fico” y las poderosas mafias locales. Allí sucede lo mismo que en Bogotá pero a nivel de jefes y patrones medios, es decir, con más flujo de dinero hacia las autoridades, sumado a esto las amenazas paramilitares contra sectores sociales que se movilizan y resultan incómodos22.

Ese proceso y manejo de la seguridad, junto a la configuración de la geografía urbana por medio de la gentrificación, la privatización del espacio público, la entrega del terreno urbano a constructores que financian alcaldes y concejales 23. Constituye espacios urbanos únicos para sectores sociales que tienen “carta de ciudadanía” e ingreso a las tiendas de lujo; lugares de entretenimiento, ambientes risueños de “zonas universitarias” en los que marginales, pobres, vendedores, homosexuales son “democratizados” por policías y seguridad privada para que no ensucien los ambientes. Es una de las formas en que se concreta el “Estado de excepción permanente” y se consolidan los criterios del “fascismo social” tan extendido en Colombia.

En el campo la situación es más compleja. Pues, de entrada, sus conflictos son velados, ocultos y deformados para que la “ciudadanía urbana” no comprenda ni se acerque a los candentes problemas de nuestra nación, que lo son porque en un país como el nuestro la matriz de acumulación se encuentra fundamentalmente, en el campo. Donde, además, el problema campesino y de altísima concentración de propiedad de la tierra no encuentra solución y todo esto constituye un escenario de defensa de derechos de pueblos y comunidades contra la depredación, el saqueo y el robo de tierra impulsado con violencia por los poderosos: raíz y origen de muchos de los conflictos colombianos.

Como esta situación es la garantía de negocios y riquezas para todas las facciones del Bloque de Poder Contrainsurgente, es lógico que los acuerdo respecto a tierras, fumigaciones, catastro rural, propiedad y restitución, planteados, en un primer momento en la negociación con las FARC-EP, hayan sido esquilmados y deformados hasta ya no significar nada. Incluso la llamada “implementación”, ya se ve, no pasará de convertirse en la promesa dudosa de no extradición para algunos dirigentes a cambio de asumir juiciosamente el discurso institucional y gestionar el descontento de algunos.

El asesinato impune de miles de colombianos en esta “nueva época política” es en realidad una forma de gobierno e institucionalización de la “seguridad” para los grandes inversionistas nacionales y extranjeros, como centro de la política estatal. Son la medida exacta que legitima “la masacre con criterio social”.

La mentira oficial repetida incansablemente con todas las formas de propaganda noticiosa de la gran prensa y los canales privados de TV (casualmente pertenecientes a grandes conglomerados económicos que se benefician de este estado de cosas) son, fundamentalmente en la negación de la realidad y en la construcción de “modos de pensar” la realidad la historia contemporánea en una corriente que arrastre intelectuales que ya piensan lo que necesite el que paga, opinadores de prensa, academia, instituciones que no van a arriesgar su prestigio y financiación poniéndose a criticar (hay honrosas excepciones). No deja de ser curioso que mucho opinadores hablan sólo después de que “progresistas” como New York Times o el Washington Post destapan y denuncian lo evidente, lo que un juez de palo puede observar a simple vista en nuestra tierra o en las fronteras de tierras vecinas24.

Ejemplos: la definición de una historia oficial que se abre paso negando la existencia de conflictos armados en Colombia como expresión de crisis social y política; la idea de militares como víctimas – de un conflicto “inexistente”- negando de un brochazo los crímenes de Estado como estrategia de dominación política con fines económicos; negar desde el discurso realidades tan palpables como las de una Fuerzas Armadas cuyos altos mando han desechado su honor y su deber con la nación, poniéndose bajo el mando extranjero para dedicarse a matar pobre e imponer un modelo económico que favorece multinacionales y empresarios colombianos vinculados al capital extranjero, modelo que favorece los negocios de esos mismos altos mandos que tienen jugosos negocios con el Grupo Empresarial de Seguridad y Defensa. No es casual que los últimos ministros de defensa provengan de los gremios económicos. Personajes comprometidos con los negocios pero nunca con la democracia, identificados con los intereses de multimillonarios pero nunca con los humildes.

Vale mencionar, como otro ejemplo, la negación de la existencia de nuestro Movimiento Revolucionario del Pueblo como fuerza insurgente urbana en un momento en el que crecen resistencias y descontentos en las ciudades. El ocultamiento de nuestras acciones en Bogotá, Medellín, Cali y la insistencia en culpar al Movimiento de un crimen cometido por la derecha oscura en el Centro Comercial Andino (clásica operación de bandera negra propia de los jefes de la mafia, siniestros políticos y exfiscales) son esfuerzos por desprestigiarnos y por negar la aparición de nuevas fuerzas de la insurgencia popular y política. Así, la pretendida subordinación nuestra al ELN es una fábula más para sembrar confusión y que nadie se preocupe por entender nada distinto a las versiones institucionales. De esta manera se matan dos pájaros de un solo tiro: se busca enlodar nuestro nombre con acusaciones falsas, y por extensión, buscaron dañar los posibles acuerdos de paz y generar una ruptura abrupta con el ELN en la Mesa de la Habana, en ese entonces.

Paz es democracia para el pueblo
La paz de los ricos no es la paz del pueblo

Movimiento Revolucionario del Pueblo M. R. P.
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1 ¿Qué pasó en San José de Apartadó hace 8 años? (Centro Nacional de Memoria Histórica, 21 de febrero de 2013) www.centrodememoriahistorica.gov.co/noticias/noticias-cmh/que-paso-en-san-jose-de-apartado-hace-8-anos
Que la muerte espere (Germán Castro Caycedo, 2005, pp. 198-238)
2 “Uribe mancilló la honra de Apartadó” (Revista Semana, 29 de mayo de 2013) www.semana.com/amp/uribe-mancillo-la-honra-deapartado-/344798
3 Directiva gubernamental habría creado ambiente para ‘falsos positivos’ (W Radio, 31 de octubre de 2008) www.wradio.com.co/amp/nota.aspx%3fid=701390
4 Los falsos positivos de González (El Espectador, 9 de junio de 2014) www.elespectador.com/noticias/judicial/los-falsos-positivos-degonzalez-articulo-497390
“Quiero ríos de sangre. Quiero resultados” General Mario Montoya sobre falsos positivos (Radio Macondo)
www.radiomacondo.fm/noticias-nacionales/quiero-rios-de-sangre-quiero-resultados-general-mario-montoya-sobre-los-falsospositivos/
5 Durante el gobierno de Juan Manuel Santos fueron asesinados 609 líderes sociales (Verdad Abierta, 24 de septiembre de 2018) www.verdadabiera.com/gobierno-santos-fueron-asesinados-609-lideres-sociales/
6 Masacre en El Tandil: un año de impunidad (El Espectador, Colombia 2020, 5 de octubre de 2018)
7 Separata de Actualización mayo, Informe Todas las voces, todos los rostros (Indepaz, 23 de mayo de 2019) www.indepaz.org.co/separata-de-actualizacion-23-de-mayo-de-2019/
8 Los asesinatos de exguerrilleros comprometen la paz en Colombia (New York Times, 8 de mayo de 2019) www.nytimes.com/es/2019/05/08/asesinatos-exguerrilleros-colombia/amp/
Ejército habría torturado, asesinado e intentado desaparecer a Dimar Torres (Contagio Radio, 25 de abril de 2019) www.contagioradio.com/ejercito-habria-torturado-asesinado-e-intentado-desaparecer-a-dimar-torres/
9 El caso de falso positivo que carga el general Diego Villegas (Las2orillas, 29 de abril de 2019) ww.las2orillas.co/el-caso-de-falsopositivo-que-carga-el-general-diego-villegas/
10 Si le dolió váyase para la guerrilla: Superior a general que se disculpó por muerte de Dimar Torres (Canal 1, 19 de mayo de 2019) www.canal1.com.co/noticias/si-le-dolio-vayase-para-la-guerrilla-superior-a-general-que-se-disculpo-por-muerte-de-dimar-torres/amp/
11 Damasco: doctrina de guerra (Agencia Prensa Rural, 19 de agosto de 2016) www.prensarural.org/spip/spip.php?article19996
12 Nuestra Guerra Ajena (Germán Castro Caycedo, 2014)
13 Programación de la reunión de medio año de la SIP Cartagena 2019 (Noticias RCN, 29 de marzo de 2019) www.noticias.cnalrcn.com/nacional-sip/progrmacion-reunion-medio-ano-sip-cartagena-2019
La reunión de la SIP y la libertad de prensa en la región (Rebelión, Tony López, 4 de abril de 2019) www.rebelion.or/noticia.php?id=254396
14 ¿Qué hay detrás del atentado a Francia Márquez? (Razón Pública, 12 de mayo de 2019) www.razonpublica.com/index.php/economy-sociedad-temas-29/11973-qu-hay-detra-del-atentado-contra-francia-marquez.html
La minga del Cauca lucha contra 20 años de incumplimientos (070, 1 de abril de 2019) www.cerosetenta.uniandes.edu.co/la-minga-delcauca-2019/
Gobierno: “No extraña que Maduro apoye la Minga indígena” (Caracol Radio, 5 de abril de 2019)
www.caracol.com.co/emisora/2019/04/05/cucuta/1554436063_685881.html
‘Duque, no busque excusas para reunirse con el pueblo’: indígenas del Cauca (Pacifista!, 8 de abril de 2019) www.pacifista.tv/notas/duque-no-busque-excusas-para-reunirse-con-el-pueblo-indigenas-del-cauca/
Masacre en Dagua, Colombia. Muertos y heridos indígenas en preparativos para la Minga (CRIC, 22 de marzo de 2019) www.criccolombia.org/portal/mascre-en-dagua-colombia-muertos-y-heridos-indigenas-en-preparativos-para-la-minga/
15 62 masacre en los 12 municipios donde se desarrolla proyecto Hidroituango (La Nueva Prensa, 9 de febrero de 2019) www.lanuevaprensa.com.co/component/k2/62-masacre-en-los-12-municipios-donde-se-desarrolla-proyecto-hidroituango
Hidroituango, masacres, desplazamiento, corrupción y un denominador común: Álvaro Uribe Vélez (La Pipa, 8 de junio de 2018) www.lapipa.co/hidroituango-masacres-desplazamiento-corrupcion-y-un-denominador-comun-alvaro-uribe-velez/
Represa Ituango: Más pobreza, muerte y desolación (CENSAT, 30 de agosto de 2008) www.censat.org/es2/noticias/represa-ituangomas-pobreza-muerte-y-desolacion
¿Energía para qué, para quién y a qué costo? (Prensa Rural, 30 de noviembre de 2014) www.prensarural.org/spip/spip.php?article15606
16 Deforestación: ¿una política de ocupación del territorio? (Semana Sostenible, 2 de abril de 2019)
www.sostenibilidad.semana.com/medio-ambiente/articulo/deforestacion-una-politica-de-ocupacion-del-territorio/43647
Un congresista se adueña de la tierra en Vichada (La liga contra el silencio, 11 de marzo de 2019) www.ligacontraelsilencio.com/2019/03/11/un-congrsista-se-aduena-de-la-tierra-en-vichada/
Polémica por tierras explotadas por agroindustrias y mineras (Verdad Abierta, 6 de junio de 2013) www.verdadabierta.com/polemicapor-tierras-explotadas-po-agroindistrias-y-mineras/
17 Gran Colombia Gold pide intervención militar a minería ilegal en Antioquia (RCN Radio, 6 de enero de 2019) www.rcnradio.com/colombia/antioquia/gran-colombia-gold-pide-intervencion-militar-mineria-ilegal-en-antioquia
Incauca asesina y persigue judicialmente a la comunidad indígena nasa (Rebelión, 25 de marzo de 2017) www.rebelion.org/noticia.php?id=224510
“Muerte a cambio de carbón”: La Mina de El Cerrejón en Guajira (Agencia Prensa Rural, 7 de enero de 2018)
www.presarural.org/spip/spip.php?article22553
18 La Tele Letal con Juanita Goebertus – Capítulo 62 por canal RED+ (minuto 31:47) www.youtube.com/watch?v=v0THPGJ7uqs#t=31m47s
19 “Mis indígenas no son como los de la Minga ellos son inteligentes”: Rosa Cotes (RED+ Noticias, 8 de abril de 2019) www.redmas.com.co/colombia/mis-indigenas-no-son-como-los-de-la-minga-ellos-son-inteligentes-rosa-cotes/
20 Policía habría disparado a estudiante por colarse en Transmilenio (Caracol Radio, 19 de junio de 2018) www.caracol.com.co/emisora/2018/06/19/bogota/1529428487_704080.html
De la poesía como delito (William Ospina, El Espectador, 17 de marzo de 2019) www.elespectador.com/opinion/de-la-poesia-comodelito-columna-845306
Policía maltrató a vendedor ambulante y a transeúntes que lo apoyaban (Noticias Uno, 4 de mayo de 2019) www.canal1.com.co/noticias/policia-maltrato-a-vendedor-ambulante-y-a-transeuntes-que-lo-apoyaban/
21 Los “acuerdos siniestros” del Secretario de Seguridad de Medellín (Verdad Abierta, 6 de julio de 2017) www.verdadabierta.com/losacuerdos-siniestros-del-secretario-de-seguridad-de-medellin/
22 Con un panfleto amenazan a seis estudiantes de la U. de A. (El Colombiano, 21 de mayo de 2019)
www.elcolombiano.com/antioquia/panfleto-de-las-aguilas-negras-amenaza-a-estudiantes-de-la-universidad-de-antioquia-CA10767621
¿Qué hay detrás de Brigada Nacional 18, el supuesto grupo anticomunista que amenaza en la universidad? (Semana, 28 de enero de 2019) www.semana.com/nacion/articulo/brigada-nacional-18-el-supuesto-grupo-anticomunista-que-amenaza-en-launiversidad/599485
Amenazados 14 líderes sociales de la comuna 13 de Medellín (RCN Radio, 13 de julio de 2018)
www.rcnradio.com/colombia/antioquia/amenazados-14-lideres-sociales-de-la-comuna-13-de-medellin
23 Los Andes y la gentrificación en el centro de Bogotá (Al Poniente, 13 de noviembre de 2018) www.alponiente.com/los-andes-y-lagentrificacion-en-el-centro-de-bogota/
Estos son los empresarios que financiaron a Federico Gutiérrez (La Silla Vacía, 8 de diciembre de 2015) www.lasillavacia.com/historia/los-empresarios-que-financiaron-federico-gutierrez-52563
Constructores y cacaos, los que financiaron a Peñalosa (La Silla Vacía, 29 de noviembre de 2015) www.lasillavacia.com/hagame-elcruce/constructores-y-cacaos-los-que-financiaron-pe%3Falosa-55212
Lo que Peñalosa no quiere explicar (Daniel Coronell, Semana, 23 de febrero de 2019) www.semana.com/opinion/articulo/lo-quepenalosa-no-quiere-explicar-por-daniel-coronell/602490
Las puertas giratorias de Peñalosa (Al Garete, 4 de abril de 2016) www.algarete.com.co/las-puertas-giratorias-de-penalosa/
24 ¿Quién fue el responsable del incendio en la ayuda humanitaria en Venezuela? (New York Times, 10 de marzo de 2019) www.nytimes.com/es/19/03/10/venezuela-ayuda-incendiada/