¡GLORIA A LOS HÉROES DEL PUEBLO! ¡NO A LA IMPUNIDAD DEL GENOCIDIO EN LA CANTUTA!
Este 18 de julio recordamos un año mas del hasta hoy impune genocidio de la Cantuta. Cada año, de un modo u otro, la brega del pueblo recuerda a sus hijos que entregaron sus vidas en la lucha por defender sus derechos fundamentales y construir un mundo nuevo. En este caso, recuerda en ellos la expresión de los miles y miles de hijos de las masas que bregaron, en el contexto de la guerra interna, en las universidades de nuestro país, por construir una universidad que este al servicio de la emancipación del pueblo. Recuerda en ellos a los cientos de estudiantes, a docentes y trabajadores que ofrendaron sus vidas por esta noble, desinteresada e inigualable causa. Recuerda en ellos la pasión y consecuencia de un nuevo tipo de hijos de las masas: los estudiantes revolucionarios y los intelectuales revolucionarios.
Rendimos profundo y sentido homenaje a los héroes del pueblo y nuestra solidaridad y apoyo a sus familiares. Lo hacemos no solo con el comprensible dolor por los ausentes, sino principalmente con la fuerza que nos da el ejemplo de quienes supieron ser consecuentes con sus convicciones hasta entregar lo único que el hombre entrega una sola vez : la vida . lo hacemos porque sentimos que ellos no han muerto sino viven y combaten en las luchas que las nuevas generaciones vienen librando día a día por defender la universidad pública, contra su cada vez mayor elitización y privatización que llevan adelante su tambor batiente las clases dominantes; viven y luchan en la memoria histórica de este pueblo nuestro, nutrido más aún por el ejemplo de la heroicidad sin par desplegado por miles de sus hijos, principalmente campesinos pobres, en la gesta de los 80, la más grandiosa de la lucha popular hasta hoy, entre ellos los cientos de héroes del movimiento universitario desaparecidos y asesinados en las luchas por la ¡Defensa de la universidad, Contra la intervención!
Nuestro pueblo es heredero de heroica historia. En lo que respecta a lograr su derecho a la educación, esta sangre derramada no tirita sola, se ha fundido con la ya vertida en la incesante lucha popular que ha plasmado logros y conquista, tanto en la universidad peruana, como en la amplia masiva y persistente lucha por la educación popular. Se suma así a la sangre del estudiante Alarcón Vidalón y el obrero Salomón Ponce asesinados en mayo de 1923 en las luchas por la defensa de la libertad de conciencia y la universidad popular; a la sangre del estudiante obrero Juan García Collantes, héroe en la huelga magisterial en 1961; a la sangre derramada por más de un centenar de campesinos y estudiantes en Huanta y Ayacucho en las jornadas de junio de 1969 por la defensa de la gratuidad de la enseñanza; a los 56 pobladores, campesinos y estudiantes asesinados en Puno en junio de 1972 en las luchas contra el régimen fascista de Velasco; a la sangre del estudiante cantuteño Walter Bravo Trinidad caído en 1977 en la lucha por la Defensa de la Cantuta contra el receso; por citar solo algunos casos de los que es pródiga la historia de la heroicidad popular, en este como en otros frentes. Acunados en esta rica tradición en los 80 el movimiento universitario ha desplegado un ingente esfuerzo defendiendo y desarrollando los principios democráticos de la universidad y la gratuidad de la enseñanza, ligando la universidad con el pueblo principalmente con sus luchas, forjando estudiantes e intelectuales revolucionarios defendiendo la universidad contra la intervención que implicó mayor represión y genocidio, forjando un nuevo espíritu en los profesionales en formación: de servir al pueblo de todo corazón desarrollando sus organismos tanto revolucionarios como democráticos, potenciando el espíritu antiimperialista indispensable para la comprensión de nuestra nación peruana, desarrollando un arte y cultura nuevos entendidos como armas de lucha, sirviendo a la alta incorporación de la mujer en la actividad política; brega inmensa cuyo logro principal es que sirvió a instaurar una nueva concepción respecto al papel de la universidad y que se plasmó en el esfuerzo por construir una universidad al servicio de la emancipación del pueblo. Amplísima lucha guiada por ¡Defensa de la universidad, Contra la intervención!
¿Cómo respondió el Estado peruano frente toda esta acción? Mediante una política genocida como parte de su guerra antisubversiva, muestra palpable de la cual son los cientos de miembros del movimiento universitario desaparecidos y asesinados: alrededor de 300 en la Universidad Nacional del Centro, 200 en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, decenas en las Universidad Nacional Mayor de San Marcos por ejemplo los 7 estudiantes asesinados en el barrio de san Gabriel en la propia capital de la república en junio de 1991, decenas de estudiantes secundarios en el centro del país, así como el hecho genocida que hoy recordamos: el de la Cantuta, entre otros muchos pues ¿Qué Universidad puede decir que no tenga algún hijo caído en este periodo? Esto ya sin contar los miles de detenidos, torturados, perseguidos desplazados, expatriados, requisitoriados, encarcelados producto de la aplicación de tal política. Vidas artera y miserablemente cegadas que reclamas justicia y sanción para los genocidas en todos los niveles, principalmente contra los planificadores de tan siniestra línea y política que recae en las más altas instancias de los gobiernos de Belaunde, García Pérez y Fujimori.
Política genocida que el informe final de la comisión de la verdad y reconciliación avala y encumbre tras “excesos” de algunos “agentes del Estado” y que solo fue “sistemático en determinados momentos y lugares”; y, en lo que respecta al genocidio de la Cantuta no lo concibe como parte de esa línea y política genocida del Estado y en los hechos sirve a que se mantenga la impunidad de tales crímenes contra el pueblo.
Concebimos que el mejor homenaje que un pueblo puede rendir a sus héroes es seguir su ejemplo y, el movimiento universitario, el movimiento democrático universitario tiene a timbre de orgullo no uno o unos, sino cientos de gloriosos ejemplos a seguir; y, hoy, tiene sobre todo una tarea: persistir en el rumbo que señala la senda enrojecida con tan preciosa sangre concretada en ¡ Luchar por la democratización de la universidad peruana! Que significa bregar porque los derechos, beneficios, conquistas y libertades democráticas conculcadas sean restituidas, parte importante en la cual es la actual lucha, pujante y vigorosa por la educación popular librada en diferentes universidades del país. A este empeño aportamos con un trabajo: “ proceso de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle en la sociedad peruana contemporánea” que pondremos a disposición de nuestro pueblo, principalmente del movimiento universitario, y que esperamos coadyuve al esfuerzo que despliegan los hombres de bien y recta conciencia a fin de que la verdad histórica no se pierda y perviva invívita en la cotidiana brega popular por una nueva sociedad.
¡GLORIA A LOS HÉROES DEL MOVIMIENTO UNIVERSITARIO!
¡LUCHAR POR LA DEMOCRATIZACIÓN DE LA UNIVERSIDAD PERUANA!