En septiembre 22 del año pasado, cuando apenas las FARC-EP en su nueva etapa de renacer constante, irrumpía como Segunda Marquetalia, reverdeciendo la esperanza insurgente de las pobrerías de Colombia, sumando voces y esfuerzos a las guerrillas que se mantenían o reiniciaban la resistencia, hicimos memoria del insigne Jorge Briceño, combatiente nacido en Icononzo un 2 de enero de 1953.
Por entonces ya su imagen había estado presente con su espíritu de lucha indomable, en el rincón de Colombia en el que le dimos aliento al proyecto político-militar que hoy encarnamos guiados por los principios de origen de nuestros fundadores.
Hoy, a diez años de la muerte heroica del Mono Jojoy, nuevamente celebramos el ejemplo del comandante y resaltamos su presencia como estrella guía en el firmamento de nuestros sueños marulandistas y bolivarianos. En su homenaje los guerrilleros que rehacemos el camino con determinación indoblegable desde el oriente del país, hemos tomado su nombre para enaltecer su causa en las marchas que ahora se abren camino hacia la Nueva Colombia.
Juntos en llanos y cordilleras de estas latitudes comuneras decimos, aunándonos a miles de otras voces, que desde múltiples sitios esperanzados se encienden conciencias y voluntades para evocarlo y acentuar la impronta de su gesta en el corazón de la patria aún zaherida por la maldad y el egoísmo de los oligarcas criollos y el imperialismo gringo, que más temprano que tarde deberán ser derrotados con la fuerza del turbión popular avanzando.
Con nuestra modesta presencia, elevamos la flama de la rebeldía, esforzándonos por no ser inferiores a su ejemplo.