Señores magistrados Corte Suprema de Justicia
Bogotá.
Respetados señores: La renuncia de la Corte al ejercicio de la soberanía jurídica al avalar la extradición de nacionales a los Estados Unidos, es una injustificable actitud que lacera gravemente el decoro de la Patria. La tradicional independencia de esta rama del Poder Público ha devenido en una especie de instancia subalterna del Palacio de Nariño. Son más de 258 las extradiciones que ha rubricando, sin objeción, en lo que va corrido de este cuatrienio de Uribe Vélez. Con este procedimiento la Corte está perdiendo autoridad moral como máxima instancia de la justicia en Colombia. Sabe muy bien el tribunal supremo, que la determinación actual del gobierno de extraditar guerrilleros, tiene como motivación una sed irrefrenable de retaliación política, agravada con la falsedad de pruebas fabricadas por la inteligencia militar y la Fiscalía General de la Nación, pero sin embargo no actúa en derecho. A ninguno de los 258 extraditados se les ha permitido controvertir “pruebas” y en esa misma línea, se les ha negado la garantía constitucional del debido proceso y el derecho universal a la defensa. ¿Cómo es posible, señores magistrados, que se extradite a Simón Trinidad a los Estados Unidos con el visto bueno de ustedes, sobre la base de burdos montajes de la denominada inteligencia militar y la Fiscalía, que inventaron cargos de narcotráfico, alteraron documentos internos de la organización y reeditaron con propósitos sucios el video de lanzamiento del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, para hacerlo aparecer, contra la verdad, como integrante del Estado Mayor Central de las FARC? ¿Cómo es posible que ustedes acepten que a la cédula de Sonia, esos mismos organismos le hayan estampado la huella digital de una ciudadana acusada de narcotráfico, para justificar su extradición? No es ético recurrir a este tipo de patrañas con las que premeditadamente se infringe la norma constitucional que prohíbe de manera perentoria la extradición de colombianos por delitos políticos. La aplicación de esta medida a Simón y Sonia ha causado un daño enorme a la esperanza de paz concertada y a un eventual acuerdo humanitario de canje. El país está en antecedentes que el canje que proponemos no procede de manera individual, lo cual debieron tener bien claro las autoridades estadounidenses que presionaron por todos los medios el desafortunado aval de la Corte. Por principio nos oponemos a la extradición de nacionales. No se debe arrodillar la dignidad y la soberanía de Colombia ante una potencia extranjera. Como FARC, y en nombre de millones de colombianos preguntamos, señores magistrados: ¿Por qué se niegan ustedes a ejercer la soberanía jurídica? ¿Por qué dan su voto favorable a la extradición de 258 ciudadanos, cuando los supuestos delitos de los que se les acusa fueron cometidos en Colombia y no en los Estados Unidos? ¿Dónde está la independencia de la Corte Suprema frente a Uribe Vélez y frente al prepotente gobierno de los gringos?. Señores magistrados, por la dignidad de la Patria no permitan que esa instancia judicial descienda a la humillante condición de Corte apéndice de Washington o Corte colonial.
Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP