Hacemos propicia la histórica celebración del Primero de Mayo, día internacional de la clase obrera mundial para saludar a los trabajadores sindicalizados, y a los excluidos de este derecho universal a consecuencia de la aplicación del modelo Neoliberal que cercena elementales derechos laborales, sociales y políticos de los trabajadores y del pueblo colombiano, al tiempo que crece la pobreza y la miseria, como cáncer que amenaza la vida de casi treinta millones de ciudadanos, que viven en carne propia la mentira de las estadísticas oficiales, presentadas en los Consejos Comunales de los sábados, con las que se nos quieren hacer creer, mediante espejismos truculentos de la demagogia electorera presidencial, que la exclusión social es cosa del pasado y la prosperidad es generalizada.
Ninguna de las reformas aprobadas ha significado una mejoría social ni laboral.
Basta con examinar los análisis de la reforma laboral, hechos por reconocidos expertos de las universidades, para darse cuenta como esta “flexibilización del trabajo” no ha representado progreso alguno en la generación de nuevos empleos. Quienes sí se han visto beneficiados son poderosos empresarios y las
multinacionales que han incrementado sus utilidades, a costa de la disminución de los salarios y prestaciones de quienes aun conservan un empleo.
Las reformas del Estado para suprimir entidades publicas y la cascada de impuestos para acabar el déficit gubernamental, de acuerdo a las exigencias del Fondo Monetario Internacional, se han reflejado en cierre de importantes y numerosos centros hospitalarios en Bucaramanga, Manizales y Cartagena; en recortes de los sueldos y prestaciones de los educadores; en eliminación de la inversión en educación preescolar, primaria y secundaria; en la privatización de la Educación Superior Universitaria; en el desmonte de la descentralización fiscal afectando, obviamente, los planes de acueducto, alcantarillado, saneamiento, carreteras, recreación e infraestructura, que ejecutan los municipios y departamentos a lo largo de la geografía nacional.
La implementación de nuevas recetas neoliberales impuestas por los organismos multilaterales (FMI, OMC y BID), como el Tratado de Libre Comercio, las preferencias andinas y el ALCA, antes que impulsar el crecimiento económico con equidad en beneficio del pueblo y los trabajadores, entregan nuestros mercados laborales, industriales, financieros y agrícolas a la voracidad sin límites de las multinacionales imperialistas norteamericanas. El ALCA, constituye la mayor estrategia de conquista económica, política y militar de Latinoamérica en el marco de la globalización capitalista que promueve Washington.
El llamado de las FARC a todos los trabajadores, desempleados, campesinos, estudiantes, maestros, mujeres, indígenas, negritudes, y pueblo afectado por el nefasto gobierno neoliberal y fascista de los oligarcas, es a unirnos todos sin distingos en abierto rechazo a la reelección de Álvaro Uribe Vélez, por la conformación de un Nuevo Gobierno pluralista, patriótico y democrático, comprometido en la construcción de la Nueva Colombia soberana e independiente, donde la paz sin hambre, con derechos sociales, laborales y políticos, sean las prioridades.