El 17 de mayo fue asesinado el Comandante Jesús Santrich el más crítico negociador de los Acuerdos de Paz, lo que le acarreó la más dura persecución del imperialismo y la oligarquía, quienes en 2019 habían fracasado en su intento de extraditarlo a Estados Unidos (EEUU).
Con profundo dolor escuchamos la noticia de la muerte del compañero Jesús Santrich y la posterior confirmación del hecho por parte de las FARC-EP Segunda Marquetalia.
Por lo que se conoce es claro que detrás de la emboscada en que lo matan están las manos de los Gobierno colombiano y de EEUU; dado que una operación de este carácter y en esas circunstancias requiere de alta inteligencia, sofisticados recursos, minucioso planeamiento y máxima coordinación.
Santrich fue objeto del entrampamiento, la perfidia y la mentira que han caracterizado a las clases dominantes de Colombia y a la plutocracia que rige en EEUU; contra él y el Proceso de Paz que firmaron en 2016 se repiten los asesinatos, traiciones, engaños e incumplimientos que en múltiples ocasiones han perpetrado en la historia de Colombia, desde el alzamiento de Benkos Biohó, la insurrección de Los Comuneros, pasando por las distintas pacificaciones de guerrillas intentadas hasta ahora.
Santrich no ha muerto su semilla al igual que la de miles de luchadores que han ofrendado sus vidas en las luchas por la libertad y la justicia, han germinado estas semanas en el levantamiento popular en curso en el país, protesta en la que la oligarquía ha vuelto a mostrar su intransigencia, su negativa a los cambios y el tratamiento de Guerra que siempre ha dado a los reclamos populares y a los sueños de paz y dignidad del pueblo de Colombia.
Santrich honra su compromiso con la lucha revolucionaria y con los ideales de cambios y de un mejor futuro para el país, le rendimos un homenaje póstumo a un hermano y seguimos en la batalla por una Nueva Colombia.
¡Colombia para los trabajadores!
¡Ni un paso atrás, liberación o muerte!
Dirección Nacional
Ejército de Liberación Nacional