Carta Nacional Nº 1

CARTA NACIONAL Nº 1*

Julio de 1977. Colombia.

Carta: Con este primer número de CARTA esperamos llenar el vacío de información del cual todos los grupos se han quejado. De todos modos, la continuación y dinámica van a depender en gran medida de la atención, discusión y aportes que hagan los Comandos, en forma colectiva, obligándonos así, por este medio (que no, es el único) a librar la necesaria lucha ideológica.

I. SOBRE LA ENCUESTA:

En quince días, a nivel de los Comandos de base, se realizó una revisión de la forma como nuestros grupos interpretan y aplican la línea de la organización. Aunque este tipo de "encuestas" no puede ser la forma más correcta de controlar una organización, de todos modos nos dio una visión general de su estado, de su composición de clases, de la capacidad en el accionar político-militar y en fin., de la forma como nuestra militancia interpreta la línea política. Que quede claro que las encuestas no se van a producir sino en casos excepcionales. Para estás funciones contamos con las direcciones intermedias y regionales.

En general podemos sacar las siguientes conclusiones:

1 - La participación de los grupos fue apenas del 50%, lo que demuestra que nuestros mecanismos de comunicación son bastantes lentos entre 1a dirección y las bases. También demuestra el poco interés que en la otra "mitad" de la organización existe por este tipo de "discusión" impuestas por las circunstancias en que actúa nuestra organización. Aun así, 1os grupos que participaron demostraron un mínimo de conocimiento de los planteamientos, aunque se nota que la gente lee los materiales pero no son estudiados y desarrollados en ese permanente accionar de práctica-teoría.

2 - La gran mayoría de los grupos que respondieron al cuestionario reconocen un cambio sustancial en cuanto al accionar que se perfila en todos los niveles en que se debe actuar una organización político-militar: obrero, campesino, empleados, infraestructura, militar, educativo, etc.

3 - La composición social de la organización ha cambiado radicalmente. La mitad de la organización continua siendo pequeña burguesa (incluidos empleados, profesores, estudiantes, desempleados y otros) y menos de la mitad obreros y campesinos- La integración de los campesinos es mucho más rápida que la de los obreros,. Lo importante en señalar es que este cambio cualitativo se ha producido en menos de un año a favor de una mayor participación de obreros y campesinos.

4 - El periódico que edita y distribuye la organización llega a un total de 16.000 números con un total aproximado de 50.000 lectores que para nuestras condiciones es bastante bajo. La inmensa mayoría de la organización no se acostumbra a venderlo como se había acordado y la distribución todavía no es lo suficientemente dirigida. Todavía hay grupos que la distribuyen "como sea". La falta de una efectiva distribución va aparejada a un hecho todavía más grave: Los comandos de base no discuten ni estudian el periódico sistemática y planificadamente.

5 - A nivel político-militar reivindicativo, la organización apenas empieza a despegar, sobre todo, a nivel de masas. Sólo el 20 – 25% de sus efectivos actúan a todo vapor. El resto, o se encuentran en reacomodamiento al nuevo accionar o apenas están haciendo las reestructuraciones o simplemente se encuentran superando las etapas del aparatismo con su secuela de pequeñas rencillas burocráticas.

6 - La inmensa mayoría de los comandos critican la poca o nula información, que por parte de la dirección se transmite a las bases.

7 - Hay un alto nivel de desconocimiento de cómo debe ser la solución de la contradicción entre el trabajo legal e ilegal, entre el trabajo militar y el amplio, etc. Igualmente hay un desnivel de caracterización de lo que es la etapa en que se encuentra nuestra organización. Muchos compañeros hablan ya de construir partido y ejército y otros no han salido del campo del aparatismo.

8 - Un importante logro, aunque no absoluto (sobre todo en los sectores donde la organización no despega) es en cuanto a la dirección colectiva.

II. QUE OPINA LA DIRECCION:

l. La realización de la V conferencia y los documentos que allí se produjeron han servido para darle un vuelco total al desarrollo de la organización. Pudimos a tiempo torcer el rumbo que traíamos (concepción aparatista, que no tiene nada que ver con la construcción de un aparato político-militar) y crear hipótesis sobre el futuro desarrollo de la Guerra del pueblo. La concepción aparatista nos estaba desarmando políticamente. Nuestro espacio político realmente se estaba debilitando. Estábamos auto cercándonos políticamente. La acción de Mercado nos ayudo a vislumbrar esta realidad. Ante la represión, la organización no podía ver otra salida sino la de enconcharnos., escondernos en la técnica, en el aparato. Sabíamos que contábamos con una gran simpatía pero no habíamos recorrido el camino de las masas.

Entonces lo más importante de la Conferencia es que nos mostró el camino: ampliar, nuestro radio de acción político-militar, gremial, legal, etc.

Hay que entender que nuestra organización no viene de un proceso de masas, o mejor de un proceso en que las masas por su accionar, por su movilización, logran entender rápidamente (por lo menos un sector esclarecido) la necesidad de una organización político-militar. Nosotros por el contrario, partiendo de un núcleo de cuadros, quisimos, teniendo en cuenta ciertas condiciones; (especialmente de la ANAPO) incrustarnos dentro de las masas. En ese accionar nos hemos venido cualificando. Hoy el balance que podemos hacer nos muestra las grandes posibilidades pero también las grandes debilidades del proceso interno de nuestra organización así como de la izquierda y del pueblo en general.

2. Sobre la seguridad.

El agitado desarrollo, el cambio de actitud frente a los errores del aparatismo trae consigo otra serie de errores, que es necesario puntualizar y estar sobre ellos. El más grave de todos es la violación de la necesaria compartimentación entre los diferentes comandos, entre las diferentes direcciones; entre los diferentes compañeros. Con el afán de "echar pa’ lante" nos encontramos con un nuevo fenómeno que es el liberalismo. "Hagamos una reunión", “junten varios compañeros", quememos ciertos contactos, con el argumento de que "aquí no pasa nada". O sea, nos dejamos coger por el inmediatismo, por el cortoplacismo. Este muestra, aparentemente, todas las cosas bien y marchando, pero que para el futuro desarrollo, en realidad nos muestra una organización enclenque sin coberturas, sin seguridad. Para muchos compañeros, "abrirnos a las masas" significa romper nuestros mecanismos de seguridad, significa abandonar los criterios estratégicos, significa olvidarnos que debemos organizar para la guerra, para el combate duro y difícil contra un enemigo que cada día se especializa más.

Una cosa es la construcción de un aparato político militar y otra cosa es la construcción y ampliación de un frente político. Entre ambas hay una íntima relación pero se contradicen en su accionar,. El aparato político-militar es la médula espinal de la ampliación de nuestro espacio político. Allí funcionan los cuadros políticos militares que mantienen una íntima relación con las masas, en su accionar, en su organización, en su politización y en su preparación militar. Aunque el aparato político-militar no puede reemplazar el accionar de las masas el accionar de las masas sin un estado mayor nos puede arrastrar a fracasos históricos como el de abril de 1948.

Entonces, significa que debemos estar permanentemente vigilantes para que nuestra actividad entre la organización y las masas no signifique una apertura de nuestros mecanismos. En estos momentos, el enemigo sabe que la mejor forma de ubicar a la organización es a través de nuestro trabajo en el movimiento de masas. Hay todo un plan de infiltración comenzando en la universidad y los sindicatos. La vinculación de cualquier, persona a la organización debe ser rigurosamente pensada y meditada. A la gente hay que investigarla. Saber todo lo que se pueda sobre su vida y práctica revolucionaria. No estamos interesados en tener miles de personas. Nos interesa tener buenos y seguros cuadros con una gran influencia de masas. No competimos con nadie. Cada caso hay que pensarlo y medirlo.

Hay un problema bastante serio: como el enemigo no ha sido efectivo en la represión contra la organización, muchos pensamos que lo que hacemos lo hacemos muy bien. Entonces comenzamos a bajar la guardia; en las casas se mantiene todo descuidadamente, sin caletas, los documentos los mantenemos en cualquier parte y andamos con ellos para arriba y para abajo, las armas son cargadas de cualquier forma, etc, etc.

De aquí la importancia que la organización le está dando al cumplimiento de un reglamento militar, que además de los estatutos, nos ayuda a crear una disciplina férrea y donde se contemplen sanciones claras y enérgicas ante el liberalismo y la burocracia.

III. PRIMERA CONFERENCIA OBRERA:

Durante el mes de Julio se realizó la primera conferencia obrera de la organización con el objetivo fundamental de ir unificando criterios sobre una política hacia el movimiento obrero, un estilo de trabajo y un estilo de organización. A la conferencia asistieron los compañeros que a nivel de base fabril y de trabajo sindical impulsan los lineamientos muy generales elaborados por la quinta conferencia de la organización. La conferencia consideró que el temario general propuesto rebasaba las posibilidades de tiempo y de estudio que requerían los temas por su complejidad. Se señaló la necesidad de mayor esfuerzo teórico-práctico de la organización en su conjunto. No se trataba allí de sacar una línea acabada sobre el movimiento obrero en general. Por eso, una de las conclusiones es que las proposiciones aprobadas sean sólo elementos de trabajo para confrontarlos por parte de 1a organización.

En base a esto se aprobó el siguiente orden del día:

l. Sobre la unidad del movimiento obrero.
2. Sobre la ligazón de la organización con las luchas gremiales.
3. Conclusiones.

Las siguientes son algunas de las proposiciones y conclusiones.

A. Aspectos generales:

l. La conferencia consideró que los materiales aprobados por la V conferencia de la Organización, son una guía GENERAL para el trabajo de todos los compañeros a nivel del trabajo P-M y del trabajo gremial. Solo la vinculación de la organización con mayor fuerza y mayor profundidad al movimiento obrero, asegurará ir implementando una política más coherente y más cercana a1 sentir y a las aspiraciones de la clase obrera. No podemos sustentar como propia ninguna tesis teórica que no hayamos incorporado, desarrollado o apropiado a través de nuestra propia práctica revolucionaria. El estudio y profundización de la línea táctica y estratégica de la Organización no solo es una obligación, sino una necesidad para trabajar en el seno de la clase obrera.

2. La guerra del pueblo es la concepción que garantizará una verdadera y definitiva liberación para los explotados. Por eso, educar a la clase obrera al margen de esta, concepción, es ocultar una verdad histórica, es negarle a la clase su papel de lucha.

B. Sobre la Unidad:

1. La unidad de la clase obrera y demás clases explotadas solo se dará en la medida en que las organizaciones revolucionarias logren acuerdos políticos en vía a la construcción de un frente de Liberación Nacional que aglutine no solo a la clase obrera sino a los diferentes sectores del campesinado y demás clases y partidos comprometidos en el proceso de liberación. Que es por lo tanto necesario, e indispensable, e1 desarrollo de la Organización revolucionaria y la incorporación y compromiso de la clase obrera., con ella. Pensar en la unidad de la clase obrera por encima del trabajo político es pura utopía. Pero también es cierto que mientras no haya un trabajo por la base, un trabajo antiburocrático un trabajo por incorporar a los obreros al proceso de su propia Liberación, será imposible materializar estos deseos.

La unidad de la clase obrera no solo es necesaria para los momentos coyunturales. La unidad tiene que ser un principio de lucha para nuestra organización a todos los niveles: a nivel sindical y a nivel de educación y participación política de las bases.

Dentro del proceso unitario debemos manejar políticamente las contradicciones entre las diferentes fuerzas que se mueven en este proceso. La división de la clase obrera es expresión de la división del movimiento revolucionario Colombiano y de la presencia de la ideología de los explotadores en su Seno. Por ello la unidad de la clase obrera, no se puede plantear por encima de la necesaria unidad del movimiento revolucionario, del movimiento armado del movimiento legal, etc. Por ello, para no caer en posiciones sectarias es necesario ser flexibles, trazar políticas amplias donde se puedan cobijar, en lo posible, todas las fuerzas interesadas en la unidad.

La lucha por la unidad implica el desarrollo de una línea política, métodos de lucha, teniendo en cuenta las condiciones objetivas dentro y fuera del sindicato. El problema de abocar a la unidad significa la confrontación de los planteamientos con las bases, el proceso de concientización de las bases obreras. EI proceso de unidad política lo ira gestando la practica social y el trabajo gremial que represente en esencia - los intereses de la clase obrera.

2. En el marco estructural y orgánico del sindicalismo colombiano, es necesario tener en cuenta los trabajadores, los gremios y federaciones afiliados a las centrales obreras UTC CTC, aunque estas encarnen el sostén del sistema, para desarrollar un proceso de exploración y conducción a nivel interno independiente de las direcciones burocráticas. En estas centrales, los intereses que las dirigen son antagónicos con los verdaderos intereses de la clase obrera puesto que son aparatos de dominación de la burguesía.

Por ello se considera necesario en esta etapa, reemplazar las consignas de desafiliación de las centrales patronales UTC y CTC por 1as de educación y politización de sus bases, orientadas a impulsar la lucha de clases en su seno y el aislamiento de las direcciones patronalistas.

Con respecto a la CSTC consideramos que esta central afronta vicios de burocratismo, legalismo y de reformismo en mayor o menor grado que las otras centrales, reflejando la dirección política muy caracterizada del PCC. Pero entendemos que el tratamiento que se le da a esta central no debe ser el que se le da a una fuerza antagónica con los intereses de la clase obrera.

El problema no es la sigla, ni el gremio, ni la bandera. El problema es la practica social, no importa donde estén ubicados los obreros. La unidad no se puede hacer en base de aparatos, sino en base de políticas. El trabajo hay que iniciarlo por las bases, en cualquier central obrera.

Se señalo la aparición de esfuerzos para conformar una posición nueva, bajo el nombre de sindicalismo independiente. Sin embargo estos aparecen minados por posiciones sectarias y por prácticas anarco-sindicalistas.

Se señalo que esas tendencias se dan fundamentalmente a nivel de aparato-burocrático y como reflejo de la debilidad de la izquierda. Se ve la necesidad de adelantar un trabajo por la base de organización y politización.

C. Ligazón de la Organización Político-Militar con el trabajo Gremial:

1. Consideramos indispensable la creación de comandos político-militares en el interior de las fábricas, Esto conducirá a la incorporación de la clase obrera al proceso de guerra popular.

Se debe tener en cuenta que los cuadros de la Organización deben ser cuadros integrales, esto es, que se muevan en todos los terrenos. Por esto creemos que no debe haber una separación mecánica entre la actividad político-militar y la actividad gremial. De ahí la necesidad de los comandos al interior de las fabricas, para desarrollar las actividades al interior de las bases, enmarcadas en la concepción político-militar.

2. El trabajo desplegado por muchos factores de izquierda en el seno de la clase obrera, antes que contribuir al fortalecimiento ideológico y político de la clase, ha desarrollado, con el sectarismo, el vanguardismo y el obrerismo, una confusión ideológica., al mismo tiempo que traslada todos los vicios .típicos de la pequeña burguesía a la clase obrera. Para nosotros esta realidad significa que debemos priorizar no el asalto a las directivas sindicales, sino el trabajo por la base, partiendo de los intereses y aspiraciones de la clase obrera, conformando comandos político-militares y orientando a los obreros hacia posiciones y acciones más consecuentes con una estrategia de poder.

En los sectores donde nuestra influencia sindical es evidente, hay que iniciar como tarea prioritaria la educación y organización del movimiento.

3. El anarcosindicalismo, vicio típico de nuestra izquierda, que trata de darle al sindicato las tareas del partido político, ha traído como consecuencia una pérdida de los objetivos concretos del sindicato, además de la destrucción de muchos de estos Es necesario rescatar el papel concreto del sindicato asignándole sus propias tareas.

4. El pliego de rotaciones debe ser obra de todos los obreros y no de una directiva sindical. Por lo tanto la base debe participar en su elaboración y en defensa. Creemos que además de instruir, motiva y prepara realmente a los obreros para el posterior y posible conflicto. Entendemos la huelga como un proceso y no como un momento.

5."Los Comités de Solidaridad" prometen ser (si son manejados sin sectarismo) una escuela de unidad revolucionaria, de verdadera unidad por la base. No soñamos con que vayan a ser órganos de unidad política partidista, y aunque a menudo se han convertido en academias de debate de las organizaciones políticas, aspiramos a que generen procesos de unidad gremial y popular. Por eso vemos como una tarea importante auspiciar la participación y todo el apoyo posible a estos organismos que vistos estratégicamente pueden llegar a ser elementos de poder popular.

Es necesario señalar que los Comités se han desarrollado fundamentalmente en las regiones donde el movimiento obrero se ha vinculado más estrechamente a las luchas populares.

6. El periódico de la Organización es el instrumento más importante de nuestra actividad política dentro de las fábricas y sindicatos, debe llegar al mayor número de obreros para ser discutido.

La distribución tiene varios niveles: uno es la difusión masiva en la fábrica, de ser posible, permanente y sistemática. Otro el de la difusión entre personas conocidas con las cuales se puede hacer una evaluación de nuestra política. Y, por último, la distribución y discusión entre obreros nucleados con miras a integrar comandos de premilitantes o de militantes. Se señalo la importancia de organizar la distribución como una acción militar.

Consideramos positiva la iniciativa de seguir editando periódicos a nivel de fábrica de carácter legal e ilegal. Igualmente utilizar e impulsar al máximo los periódicos sindicales.

7. Considera la Conferencia que la Organización debe afrontar como prioritaria la capacitación de los cuadros obreros de la Organización. Para tal efecto, y teniendo en cuenta las dificultades para conseguir permisos largos, se debe pensar en organizar cursos y escuelas con una duración menor que las actuales, no mayor de ocho días.

8. Al afrontar la discusión sobre 1a coyuntura actual se discutió la participación o no en el paro cívico impulsado por el partido comunista a través de la CSTC. Se consideró, que aunque está de acuerdo con una situación concreta de inconformidad popular y de desprestigio del régimen lopista, sin embargo está viciado por el objetivo electorero del PC, por su organización burocrática y por basarse e impulsar el espontaneismo de las masas. Se considera que no se está en un momento de ascenso de la lucha de masas a nivel nacional, aunque sí a niveles local y regional. Se aprobó por ello no tomar la actitud de esquiroles enfrentándolo, pero no hacerle el juego a la política del PC que, en forma oportunista, supedita esta lucha a sus necesidades electorales. Se plantea más bien impulsar esas luchas locales y regionales implementando en su seno una concepción de lucha político-militar.
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*La Carta Nacional fue uno de los medios de comunicación entre la Dirección Nacional y las Direcciones Regionales del Movimiento 19 de Abril (M-19). Fue un documento de circulación ocasional que circuló internamente entre los años 1977 a 1988. Este documento es el producto de un sondeo que realizó al interior de la estructura clandestina del M-19 en los meses de mayo y junio de 1977 y es la primera evaluación político-orgánica que se realiza después de la Quinta Conferencia.

Fuente: http://www.oigahermanohermana.org/