Carta abierta a la Cámara de Representantes

CARTA ABIERTA*

A la Cámara de Representantes

Nos alegra y agradecemos que nos inviten a este debate sobre la Paz, con brevedad y sin abusar de su gesto vamos a expresar algunos aportes. 

Tres grandes interrogantes tenemos en torno al tema de la Paz: 

Primero: El genocidio que se está produciendo en nuestro país a raíz del accionar encubierto del ejército junto con el paramilitarismo. El fenómeno del genocidio está unido a la contra reforma agraria del narco y de los grandes capitalistas del campo. Regresamos irremediablemente al año 48 fecha de muy triste recordatorio para todos los colombianos. 

Todos en Colombia tomamos partido frente a este genocidio. No hay indiferentes o imparciales. El Estado practica el terrorismo mucho más allá de la indiscriminada violación del Derecho Internacional Humanitario frente a los combatientes capturados o heridos en combate, etc. 

El genocidio de todo un pueblo es el gravísimo problema que hoy tiene Colombia. Los gobiernos regionales hacen públicos también las tomas departido, consideramos que el Parlamento colectiva o individualmente debe tomar posición clara; varios representantes a la Cámara ya la asumieron. 

Segundo: Se junta al problema anterior de terrorismo de Estado, la miseria, los desplazamientos masivos de la población, y exilios numerosísimos de colombianos hacia el exterior. 

Todas las medidas por favorecer a los grandes monopolios, perjudican a las grandes mayorías; si, toda la política aperturista del neoliberalismo debe revisarse si no queremos que revienten todas las esperanzas de solución para arreglar cualquier tipo de conflictos en el país. La miseria atrofia. 

Tercer problema: La intervención del imperio es demasiado humillante, ¿no les parece a Ustedes señores Representantes? Es indigno y nos duele tanto y tanto arrodillamiento; toda la situación nos duele y nos parece terrible. No nos acobarda sin embargo el salvajismo de la fiera; créanlo, serenamente les decimos que estamos dispuestos a mantenernos en la resistencia a ella, estamos supremamente convencidos. 

La convocatoria a la paz que vemos con expectativa, con nobleza, con deseos de solución de parte de ustedes, debe pasar por la solución responsable de estos problemas, lo contrario seria silenciar un pueblo, seria cualquier cosa; todo menos conseguir la paz. Pónganse ustedes señores Representantes a la Cámara a liderar la solución de estos problemas, lideren así la búsqueda de la paz, busquen por ese camino que ha sido el único camino inexplorado que conduce a la paz. 

Nosotros también andamos en la búsqueda de la paz. Estamos dispuestos a convocarnos con todos aquellos que la buscan desde las mayorías desde la justicia, desde la equidad y la democracia. Convoquen a un evento o miles de eventos, convoquen a que se exprese con autenticidad la población; convoquen a que todos participemos con garantías, para que vean que estamos dentro de un contexto amplio pero definido por una paz duradera, por una paz deseada y buscada por las mayorías que no pueden expresarse. 

Con esperanzas de luchadores y desde la representación de este sector marginado de la población les agradezco en nombre de todos la representación que me han dado. 

Manuel Pérez Martínez.
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* Intervención audiovisual. Marzo de 1996.