Chiapas, 11 de septiembre de 1996

MANIFIESTO AL PUEBLO CHIAPANECO


Nuestro estado, con su enorme riqueza natural, su diversidad, orografía, su herencia cultural, su resistencia indómita contra el yugo colonial y la opresión neoliberal, ha sido objeto de estudio, destino turístico y tema para renombradas obras literarias. ¡Cómo no iba a serlo! si en nuestro suelo existen pozos petroleros que producen el 21% de las reservas petroleras nacionales y el 47% de la producción nacional de gas natural, sin contar las nuevas exploraciones. Por otro lado, con nuestras aguas se han construido sendas presas, las cuales aportan el 55% de energía eléctrica y el 30% de agua superficial al país. Somos además el principal productor de maderas preciosas y en sus mejores tierras -acaparadas por los finquemos- se produce café, y maíz de alta calidad, así como plátano, ganado y derivados lácteos.

Contra lo que cualquier visitante pudiera imaginar, nuestro pueblo nunca ha gozado de los beneficios de esta pródiga tierra, como tampoco ha disfrutado de la ola modernizadora que arrolló por lo menos, las regiones más atractivas para los grandes inversionistas en otros estados de nuestro país.

La nuestra, es una tierra en la que sus ancestrales dueños, los indios tzeltales, tzotziles, choles, tojolabales, zoques, lacandones, cakchikeles, mames, entre otros, han sido despojados y confinados a las regiones más inhóspitas, produciendo en ellas maíz y fríjol que no dan ni para la subsistencia, pues las tierras ejidales y comunales repartidas por el gobierno son las más infértiles y casi todas, de temporal. Frecuentemente, familias enteras tienen que emigrar forzosamente a las ciudades donde venden sus artesanías, chicles o cualquier producto que puedan comercializar -en el peor y más frecuente de los casos-, van a las fincas de lejanas regiones del estado pasando a ser parte de los peones acasillados, quienes muchas veces ya no podrán ver su tierra nuevamente debido a la infranqueable opresión finquera. Esta suerte la corren también los mestizos, campesinos pobres. Las comunidades quedan desiertas y la mayoría sólo vuelven a cobrar vida cuando termina el ciclo de la cosecha y cuando se celebran las fiestas patronales; pero los que quedan en casa y los que salen a trabajar, igual sufren la miseria, las enfermedades de la pobreza, el hambre y la marginación social.

El 92% de las viviendas indígenas carecen de agua, el 59.7% de los niños en edad escolar no tienen acceso a la escuela. El promedio de analfabetas mayores de 15 años es de 30.12%, mientras el promedio nacional es de 12.44%; el 50% de las viviendas son de materiales sencillos y pisos de tierra, donde las familias viven hacinadas; el 42.66% carecen de drenaje y excusado, mientras en el país hay un promedio de 21.4%; el 34.92% carecen de luz. El número de muertes por deficiencias nutricionales aumentó en la ultima década en un 641%; el 33% de la población presenta desnutrición severa. Nuestra entidad ha registrado el mayor número de casos de cólera del país. Tenemos el primer lugar en defunciones del país; el 75% de sus 17 mil localidades ni siquiera tienen caminos. El estado es uno de los más pobres del país. De los 3,210,496 habitantes contabilizados en el censo pasado, por lo menos, 3,000 han alcanzado ya la extrema pobreza. Todos los municipios del estado presentan marginalidad en diversos grados, siendo por lo menos 24 los que presentan una miseria alarmante.

Más del 50% de la población económicamente activa gana menos de 1 salario mínimo y en el caso de los peones, el salario no llega siquiera a medio salario mínimo; Chiapas es uno de los estados en los que se pagan los más bajos salarios del país, a lo cuál hay que sumarle el alarmante aumento del desempleo producto de cierre de empresas, comercios y la quiebra de proyectos productivos debido a la política neoliberal aplicada por el gobierno mexicano, agudizándose la crítica situación de la micro, pequeña y mediana industria debido al problema de las carteras vencidas. La crisis del 94 y la política privatizadora de los ejidos, agudizada con las presiones del coyotaje y los precios de garantía, el hostigamiento del ejército en la llamada zona de conflicto, ha obligado a miles de campesinos e indígenas a abandonar sus parcelas.

Pero los datos estadísticos poco nos pueden expresar del dolor y la muerte que respira nuestra gente. Sin embargo, todo chiapaneco ha vivido el clima de violencia y opresión política que han sembrado los gobernantes -siempre aliados a los caciques- con su policía y su ejército, hoy bajo el pretexto de someter al zapatismo y ubicar al EPR, materialmente ha sitiado al estado; valiéndose además del entrenamiento y coordinación de guardias blancas al servicio de los caciques locales, que mantienen bajo el terror a la población pobre, llámense chinchulines, Paz y Justicia, Alianza San Bartolomé de los llanos, los Orantes, etc. Sólo de esa manera han logrado conservar su poder las 20 familias que acaparan las mejores y extensas tierras de la entidad, causando un conflicto agrario que ha bañado en sangre nuestro suelo. Así, la cara de la guerra la conocemos desde que la miseria es señora de estas tierras; desde entonces los gobiernos han marcado el rostro de cada indígena, de cada ladino pobre con el duelo y la rabia a causa de las injusticias a diario sufridas en la guerra sucia, la injusta guerra de los que se ostentan como dueños de todo... hasta de las vidas. Esta es una guerra de los que buscan el exterminio de los rostros curtidos por el cincho opresor, porque son rostros que denuncian el anacrónico avasallamiento y agravio del pobre, la prepotencia de los dueños del poder y del dinero, porque son rostros que anuncian un futuro de dignidad y justicia para los indios y los pobres del campo y la ciudad.

Rostros que han ido tejiendo a través de la organización y una tenaz y larga gesta desarrollada, una amplia y combativa lucha política, la cual ha aprendido a responder a cada golpe del mal gobierno, con mil respuestas organizadas, dando origen a un amplio movimiento democrático y popular, insurgencia política que se ha decidido a levantar la cabeza ante la opresión.

Ante la militarización, represión, secuestro, tortura, encarcelamiento y asesinatos que el gobierno da como respuesta a las demandas populares de justicia, democracia y libertad, se requiere en estos momentos la más amplia movilización política de la sociedad para detener esta escalada represiva, así como conservar, ampliar y defender los espacios políticos conquistados por la lucha del pueblo mexicano; intensificar la labor política que permita la incorporación del todo el pueblo a la lucha democrática revolucionaria.

Nuestro accionar político-militar se desarrolla en el marco de la campaña nacional político-militar del Partido Democrático Popular Revolucionario (PDPR) y del Ejército Popular Revolucionario (EPR), denominada: “POR LOS DESAPARECIDOS POLITICOS Y EN MEMORIA DE LOS ASESINADOS, DE LOS MASACRADOS Y CAÍDOS EN COMBATE EN LA NUEVA REVOLUCION POPULAR”.

Es por estas razones que el Ejército Popular Revolucionario llama a todo el pueblo de Chiapas a luchar por los siguientes objetivos políticos:

1.- Por un nuevo gobierno.

2.- Por una nueva Constitución.

3.- Por la construcción de la república democrática popular.

4.- Por un reordenamiento económico.

Y por las siguientes demandas:

- La conquista de las libertades políticas.

- Respeto a la voluntad popular en la elección de gobernantes.

- Respeto a los derechos humanos.

- Defensa de la soberanía nacional.

- División real de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

- Negociación de la deuda externa y revisión de los tratados internacionales que comprometen la soberanía nacional.

- Renegociación de la deuda bancaria.

- Régimen laboral justo y respeto a las conquistas históricas de los trabajadores.

- Derecho al trabajo y salarios justos.

- Reparto agrario y eliminación de latifundios.

- Respeto a la autonomía de los pueblos indios.

- Respeto a la igualdad jurídica, política, económica y social de la mujer.

- Libertad a los presos políticos.

- Presentación con vida de los desaparecidos políticos.

- Castigo a los culpables de la guerra sucia.

- Desaparición de los cuerpos policiacos y paramilitares anticonstitucionales.

- Respeto a los convenios de Ginebra.

- Respeto a los trabajadores migrantes.

- Cese a la explotación irracional de nuestros recursos naturales.

- Régimen fiscal justo.

- Precios de garantía, créditos justos y apoyo al campo.

- Eliminación del intermediarismo.

- Seguro del desempleo.

- Vivienda digna.

- Dotación de servicios públicos.

- Educación.

- Salud.

- Respeto a los derechos de los niños, ancianos, jubilados y pensionados.

- Indemnización a damnificados por desastres ecológicos.

- Impulso a la investigación científica y tecnológica al servicio del pueblo.

- Cese a la contaminación y destrucción de los ecosistemas.

- Libre ejercicio y trato digno a los profesionistas.

- Acceso al arte, ciencia y cultura, impulso y apoyo al deporte.

El actual gobierno es incapaz de dar solución a las justas y ancestrales demandas del pueblo mexicano y no tiene voluntad de defender la soberanía nacional ante la voracidad de los intereses económicos de la oligarquía nacional y extranjera que desangra a nuestro pueblo.

El Estado de Derecho ha sido violentado por el gobierno y el ejército federal y toca al pueblo sumarse a la insurgencia en un acto de legítima autodefensa y rescate de la soberanía de nuestra patria.

Ningún vocero del gobierno ilegítimo o de la clase que oprime al pueblo de México tiene la autoridad moral para descalificar la decisión inquebrantable de un pueblo a tomar las riendas de su porvenir ante la incapacidad manifiesta del actual régimen para garantizarle una vida digna.

PUEBLO CHIAPANECO:

A exigir al gobierno estatal y federal su renuncia, por el bien de la nación y como premisa para detener el baño de sangre en que pretenden ahogar los anhelos libertarios de nuestro pueblo.

No te dejes confundir ante la campaña de desinformación y guerra psicológica del gobierno del estado contra el pueblo y sus organizaciones.

A denunciar las violaciones a las garantías individuales ejercidas por el ejército y las policías en el marco de la estrategia contrainsurgente que se traduce en un virtual estado de sitio, sobre todo en el campo.

¡Ha llegado el momento de generalizar la lucha política contra el mal gobierno! ¡A conquistar por la vía del hecho y del derecho nuestras demandas legítimas! ¡A impulsar la autodefensa armada contra las guardias blancas, grupos de choque, cuerpos policiacos y militares! ¡A construir el poder popular en los centros de trabajo, en las comunidades y en las escuelas!


¡POR LA VIA DEMOCRATICA REVOLUCIONARIA,
TODO EL PUEBLO AL PODER!
¡POR LA REPUBLICA DEMOCRATICA POPULAR,
EL PUEBLO UNIDO TRIUNFARA!
¡CON LA LUCHA POPULAR,
EL EPR TRIUNFARA!

COMITE ESTATAL DE CHIAPAS
DEL PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR
COMANDANCIA ZONAL DEL ESTADO DE CHIAPAS
DEL EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
EPR


Estado de Chiapas a 11 de septiembre de 1996.