República mexicana, a 24 de mayo de 2022

AL PUEBLO DE MÉXICO
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES
A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS
A LAS ORGANIZACIONES POPULARES Y REVOLUCIONARIAS
 
¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!

La desaparición forzada de nuestros militantes Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya es un crimen de lesa humanidad que continúa en el claustro de la injusticia; a 15 años de su cometido son tres administraciones que han transcurrido, una panista, priista y la actual morenista, donde lo coincidente es el manto de impunidad con el que se cubre a los responsables materiales e intelectuales de este flagelo.

Administraciones en las cuales el fenómeno es exponencial, pervive como práctica del terrorismo de Estado y es inocultable en el presente. La desaparición forzada en nuestro país es un flagelo que lacera al pueblo trabajador, a tal grado que la cifra de 100 mil víctimas es monstruosa y a la vez conservadora en cuanto que oculta la magnitud real de la violencia de Estado, donde éste es responsable por comisión, omisión o aquiescencia. 

La desaparición forzada contra nuestros militantes Gabriel y Edmundo es un caso emblemático por los alcances jurídicos y su condición política, el Estado ejecuta este crimen de lesa humanidad contra ellos por su cualidad de revolucionarios.

En el terreno político, jurídico y de derechos humanos el caso está reconocido como una desaparición forzada por motivos políticos, las resoluciones judiciales confirman el cometido del crimen de lesa humanidad del que son víctimas y señala a los responsables inmediatos.

Pese a todo lo anterior, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decidió archivarlo, lo que representa cerrar filas en la impunidad hacia el Ejército Mexicano, la Marina y los cuerpos policíacos que intervinieron, es decir, fija posición en un caso que es eminentemente político.

Por su condición contrainsurgente, las fuerzas policíaco militares y su cúpula gozan de prebendas y sendos beneficios en la actual administración y amplio presupuesto para sostenerlos como la columna vertebral del Estado policíaco-militar; a la vez, los responsables materiales e intelectuales de los crímenes de lesa humanidad se pasean con total impunidad y son investidos con nuevas insignias y mayores fueros. 

Gabriel y Edmundo como militantes de nuestro PDPR-EPR, son combatientes por el ideal comunista, sujetos revolucionarios que luchan por convicción y consciencia que tienen como proyecto de vida la revolución socialista en México a través de la crítica de las armas.

Cualidad por la que el Estado ejecutó dicho crimen, y que aún, a 15 años de su cometido se les mantiene en esa condición inhumana. Por lo que, la actual administración adquiere responsabilidades políticas y jurídicas sobre el caso en la medida que la desaparición forzada no prescribe, fenómeno que no se puede diluir como “herencia del pasado”, sino que es crimen presente que sigue lacerando al pueblo mexicano.

La indolencia de la actual junta administrativa se muestra en el manejo tendencioso que se hace de las víctimas de desaparición forzada, las cifras que se publican y las omisiones representan la política de gobierno, así como la continuidad en el discurso que endosa la responsabilidad de este flagelo al “crimen organizado” y el “narcotráfico”, fenómeno magnificado que tiene estrecha vinculación con las instituciones burguesas y el aparato represivo. 

Para las víctimas de la violencia de Estado, el terreno y los espacios conquistados en el proceso de la exigencia de presentación con vida de los detenidos desaparecidos no pueden abandonarse, deben emerger como tribunas populares que desenmascaren el carácter de la violencia de clase que vivimos los trabajadores del campo y la ciudad, denunciar las causas políticas y sociales en el cometido de los crímenes de Estado, para mantener la exigencia conjunta de juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales. 

Es necesario conjuntar esfuerzos en torno a la exigencia de presentación con vida de todos los detenidos desaparecidos, así como identificar en cada uno de los rostros a un hijo del pueblo, con la finalidad de dar claridad que su condición es producto de la violencia de Estado.  

Desde la trinchera de las armas reconocemos a todos los que han coadyuvado en esta lucha, a los que nos han dejado y con su práctica contribuyeron en el proceso de la exigencia de presentación con vida de nuestros compañeros Gabriel y Edmundo, y la de todos los que tienen esta condición.

A los que de manera consciente y combativa se han solidarizado y exigen la presentación con vida de los detenidos desaparecidos, en particular de nuestros camaradas, al igual que la pérdida de aquellos que son víctimas de la violencia de Estado, el dolor que sienten lo sentimos, lo transformamos en fuerza y convicción revolucionaria. Extendemos un saludo revolucionario y juntos coreamos la consigna que retumba en las calles ¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!

¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!

COMITÉ DE PRENSA Y PROPAGANDA DEL PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO – EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR-EPR

Año 58
República mexicana, a 24 de mayo de 2022