Compañeros del Ejército de Liberación y Pueblo de Colombia.
Hoy, el ELN conmemora 58 años de lucha revolucionaria alzada en armas, por lograr las transformaciones que cambien la vida de todos los colombianos y colombianas, sobre todo, los empobrecidos, excluidos, marginados y perseguidos; causas del conflicto social y armado que siguen esperando soluciones.
El ELN empezó a nacer antes del 4 de julio de 1964, los esfuerzos por su construcción datan desde 1961, juntar los primeros rebeldes en las ciudades, jóvenes estudiantes y trabajadores fue labor dispendiosa; luego en octubre de 1962 se constituyó la Brigada Pro-liberación Nacional José Antonio Galán con el propósito de iniciar la construcción de una fuerza guerrillera revolucionaria e independiente de cualquier injerencia política de los partidos tradicionales, liberal y conservador, que habían utilizado las luchas de los guerrilleros en su guerra interpartidista y luego los traicionaron. Ahora sería diferente, la conduciría el mismo pueblo con sus dirigentes populares que venían participando en sus luchas.
Contribuyeron las luchas de los trabajadores petroleros de Barrancabermeja levantándose en huelga en 1963, con el apoyo de los campesinos de la región, donde a sus dirigentes hasta sus pobres viviendas fueron quemadas y no tuvieron otra opción en engrosar las de esa naciente guerrilla.
Las primeras acciones militares se realizaron en junio de 1964 en 6 ciudades del país, y ahí ofrenda su vida el primer combatiente de esta nueva fuerza guerrillera, el compañero Gilberto Reinaldo Arenas Martínez; fueron acciones de apoyo a la lucha estudiantil que se gestaba en la Universidad Industrial de Santander (UIS) que culminaría en un paro cívico general en Bucaramanga el 20 de junio.
Esa huelga organiza una gran marcha hacia Bogotá; mientras tanto también se juntan los 17 compañeros que darán origen y fundación a las guerrillas rurales del ELN. Al tiempo que este grupo de guerrillero marchaba en sus primeros días, también lo hacían los estudiantes de la UIS hacia la capital del país a difundir los motivos de su lucha generando un gran impacto nacional.
Este grupo inicial de guerrilleros, sería el paso del no retorno, como decisión colectiva, sellando el compromiso hasta lograr los objetivos que las luchas sociales de trabajadores, campesinos y estudiantes, colocaban una y otra vez a gobiernos que hasta hoy han desoído, negociado, incumplido y reprimido.
Luego vino la incorporación al ELN de Camilo Torres, el principal y más grande dirigente rebelde del país, y su temprana muerte en combate, que hasta hoy el Estado tiene secuestrado su cadáver.
Las guerrillas crecieron, se multiplicaron, el pequeño grupo se fue volviendo centenares y luego miles. Muchos compañeros y compañeras han quedado en esta ruta de lucha y resistencia, lo mismo ha acontecido con los miles de Presos Políticos, sin flaquear ni un sólo momento, durante más de estas 5 décadas.
Seguiremos persistiendo en esa lucha por los cambios, donde no sólo vivan bien los ricos y poderosos, y se haga más extensivo el disfrute de nuestras riquezas a la mayor cantidad de población; que haya justicia; pare el genocidio contra los líderes sociales; se respeten y garanticen los Derechos Humanos; exista una verdadera democracia y donde la sociedad sea protagonista en la toma de decisiones.
Hemos realizado conversaciones durante 5 gobiernos, menos con el de Duque que se negó a cumplir lo pactado con el anterior gobierno. Y aquí seguimos en la ruta por hacer de Colombia un país más justo, más equitativo y más democrático.
Igual hemos seguido acompañando las diversas y ricas experiencias de lucha y resistencia de las comunidades a nivel nacional y regional; hemos sentido nuestras sus luchas y esperanzas, como las vividas en los tres años anteriores que culminaron en la gran jornada del 28A. De ahí ha nacido una fuerza social masiva y fuerte que colocó en jaque al establecimiento de derecha. La juventud, en este año, se dio a conocer ante el país y el mundo como una fuerza de cambio, que junto a las mujeres, trabajadores, pobladores urbanos, campesinos, comunidades negras, pueblos indígenas y las comunidades LGBTIQ+ le abren paso a una Nueva Colombia.
Esa fuerza confluyó en los resultados electorales que le dieron el triunfo a Gustavo Petro, y muy seguramente será la fuerza que defenderá y exigirá que sea un gobierno para toda la gente, para todos los colombianos. Ellos esperan un gran diálogo nacional donde se retomen y se cumplan los acuerdos que otros gobiernos pactaron e incumplieron. Es la izquierda democrática la que pagará las deudas que los anteriores gobiernos de la oligarquía incumplieron.
Junto a estas fuerzas de movilización social masiva, y esa fuerza electoral, mayoritaria en el país; está la guerrilla revolucionaria del ELN, dispuesta a reanudar las conversaciones de paz con el Nuevo Gobierno, para que sus resultados traigan la paz con justicia social para toda Colombia.