Los militantes y combatientes del Partido Democrático Popular Revolucionario y del Ejército Popular Revolucionario (PDPR-EPR) en el estado de Hidalgo, somos parte de las culturas asentadas en la región desde antes de la conquista; retomamos el ejemplo del carácter indómito de los pueblos otomí, Náhuatl, Tepehua y Huasteco, que desde antes del movimiento de independencia se sublevaron en varias ocasiones y tuvieron una activa y constante participación en la guerra de independencia, destacando las batallas de Huichapan, la toma de Pachuca, Huejutla, Xaltocan y Yahualica, donde unidades insurgentes compuestas por indígenas, mestizos y criollos causaron grandes derrotas al ejército español.
El Grito de Independencia sólo fue el detonante que lanzó a la guerra a miles de indígenas, mestizos y criollos oprimidos por la esclavitud a la que los tenían sometidos los españoles. Desde aquel entonces aprendimos el uso de la guerra de guerrillas en contra de los ejércitos poderosos. Las guerrillas hidalguenses permitieron a los indígenas casi desarmados o armados con piedras y palos vencer al bien pertrechado Ejército Realista hasta la consecución de la Independencia; siendo el apoyo generalizado de los pueblos y la UNIDAD de los indígenas, curas, artesanos, mestizos y algunos miembros del Ejército Realista, los factores determinantes del triunfo del movimiento armado.
Durante la invasión norteamericana el pueblo hidalguense mostró su posición antiimperialista al propiciarle a los invasores derrotas militares como la perpetrada al mando del comandante militar de Huejutla Francisco Garay contra una fuerza yanqui proveniente de Tampico; o como la defensa de Zacualtipán al frente de Celedonio Doménico. A pesar de este heroísmo demostrado por el pueblo, el gobierno de los ricos finalmente prefirió entregar más de la mitad del territorio al invasor antes de perder sus propiedades y entregarle el poder al pueblo.
En la guerra de Reforma, la misma determinación del pueblo permitió la derrota del ejército Francés, donde Juárez decretó la creación del segundo distrito militar para la defensa de la patria.
La opresión del pueblo, el cacicazgo, la falta de salud, vivienda, educación, entre otros, prepararon las condiciones de la Revolución de 1910-1917. Los campesinos indígenas Hidalguenses, se unieron al movimiento armado, con levantamientos por recuperar las tierras que les fueron arrebatadas años atrás. Una vez traicionado el movimiento revolucionario al ser asesinados Villa y Zapata, los terratenientes tomaron el poder sin haberse dado cambios sustanciales para el pueblo. Los caciques de Hidalgo se apoderaron de grandes extensiones de tierra engañando, despojando y asesinando a miles de campesinos e indígenas.
El estado de Hidalgo, se localiza principalmente en el altiplano, donde se ubica el valle del Mezquital y Los Llanos de Apan continuando con el Valle de Tulancingo. Atravesado por la Sierra Madre Oriental bordeada por la Sierra de Pachuca, el estado colinda al norte con San Luis Potosí, al sur con Tlaxcala y el Estado de México, al oriente con Veracruz y Puebla y al poniente con Querétaro; cuenta con una superficie de 21 mil kilómetros cuadrados y fértiles tierras bañadas por vastos ríos, propicias para la ganadería y la agricultura.
La economía de Hidalgo se basa principalmente en cuatro actividades: la agricultura, la minería, la industria manufacturera y el petróleo. Dentro de la agricultura existe el caciquismo, el robo de las tierras a los campesinos y la falta de apoyo en semillas y fertilizantes, aunado a esto, cuatro quintas partes de las tierras son de temporal y se cultivan con métodos rudimentarios.
La industria manufacturera se caracteriza porque no representa un desarrollo técnico propio sino que se limita a ocupar a los trabajadores mexicanos como mano de obra barata y a saquear nuestras riquezas contaminando nuestro ambiente.
En cuanto a la minería, aunque el estado es rico sobre todo en plata, las minas hidalguenses no han servido para aliviar la miseria en la que nos encontramos y muchos mineros han dejado su vida envenenados por los gases o aplastados por los derrumbes.
Se cuenta con yacimientos de petróleo en tierras que pertenecen a las comunidades a las cuales pretende despojar el gobierno, expropiándolas y posteriormente privatizándolas, dañando a sus legítimos dueños.
En resumen, la economía del estado de Hidalgo se caracteriza por no contar con un desarrollo técnico propio, por la falta de apoyo al sector primario y por la devastación y contaminación de los recursos naturales. Además, las riquezas que produce el estado están concentradas en los caciques, los monopolios nacionales y las transnacionales extranjeras, provocando una desigual distribución de la riqueza, la acaparamiento de los recursos naturales y los servicios. De una población de 1´945,514 habitantes el 73.3% vive en zonas rurales, lo que significa que 1´426,061 personas sobrevivan en condiciones de marginación y miseria. Los recursos destinados al campo son mínimos: en las zonas rurales, todos los caminos son de terracería o brecha, los únicos caminos pavimentados como las autopistas y carreteras federales, responden a los intereses de transporte de la oligarquía financiera; las poblaciones rurales carecen de agua potable; de cada 4 viviendas, 3 no cuentan con piso de cemento y su construcción se basa en lámina de cartón, palma y varas; los pocos hospitales que existen se encuentran en las principales ciudades a los cuales no tiene acceso la mayoría de la población ; en la mayoría de las comunidades no existen unidades médicas, y donde hay los servicios son deficientes ya que no cuentan con recursos humanos y materiales médicos, reduciéndose a dispensarios médicos y de consulta externa. La educación se encuentra rezagada: a nivel primaria son insuficientes los salones y el personal docente, no se cuenta con material didáctico, un maestro llega a atender por lo general varios grupos de diversos grados; secundarias, escuelas técnicas y de nivel medio superior, se ubican en las cabeceras municipales, con un acceso restringido por alto costo e insuficiencia de cupo, aunado a esto, influyen factores de desnutrición y pobreza que impiden que la mayoría de jóvenes puedan continuar o incluso iniciar sus estudios. El analfabetismo se da en un 35%, acentuándose más en adultos mayores de 40 años; el 26.3% tiene la primaria incompleta y el 19.4% terminó su primaria, lo que indica que más del 70% de la población total apenas y alcanza la instrucción primaria.
La mala administración de los gobernantes, que en su mayoría se limitan a servir a los grupos de poder local, origina esta contrastante desigualdad en servicios que hay entre zonas rurales y urbanas. En el estado, se están impulsando actualmente diferentes proyectos de inversión que a futuro sólo benefician a la oligarquía financiera nacional y extranjera, como lo son la construcción del aeropuerto alterno de Tizayuca, que tiene un costo superior a los 5 mil millones de dólares, el complejo turístico Santa Elena Resort que requiere una inversión de 50 millones de dólares en el municipio de Huasca de Campo, el paradero turístico de Zempoala y el acuario de Tecozautla, cuyo costo es de 30 millones de dólares cada uno. Todas estas inversiones multimillonarias no corresponden a las necesidades básicas del pueblo y nunca han representado generación de empleos para las comunidades, ya que siempre requieren de mano de obra calificada y cuando no es así son temporales y mal remunerados, por otro lado, la agricultura, salud, educación y vivienda son excluidas de toda inversión.
Queda de manifiesto el contubernio de la oligarquía financiera con el gobierno que promueve y apoya proyectos financieros de este tipo cuando en el municipio de Tizayuca, con una población de 30,293 habitantes tan solo cuenta con 4 unidades de consulta externa y Huautla de Campo, con 13,993 habitantes solo tiene 3 unidades de consulta externa distribuidas en todo el municipio; cuando existen sólo 3 bibliotecas en Zempoala, municipio que cuenta con 21,295 habitantes, de los cuales 6,242 son estudiantes de todos los niveles; cuando en las comunidades rurales no existe el sistema de drenaje y alcantarillado; cuando el 50% no tiene luz eléctrica; cuando el 29.3% de los niños no toma leche; cuando el 70% de la población se encuentra viviendo en la pobreza y de ésta más de la mitad se encuentra en la pobreza extrema; cuando un 29% de los niños de primer grado de primaria no alcanzan la talla acorde a su edad; cuando el 27% de las muertes en todo el estado son por enfermedades gastrointestinales, respiratorias y por deficiencias nutritivas, todas ellas causadas por la pobreza; cuando del total de 9,559 defunciones al año el 28% son jóvenes entre 1 y 35 años; cuando el 45% de las muertes infantiles son en el periodo perinatal por mala atención a la madre.
Nuestro Hidalgo es un estado predominantemente agrícola, en el que el poder ha sido ejercido por grupos o familias caciquiles que operan a nivel regional, dentro de las más importantes, destacan las del grupo Huichapan y el grupo Huasteco Serrano, algunas de sus familias son la de Efraín Zúñiga y Fermín Pérez en Tianguistengo y Xochicoatlan, los Nochebuena en Atlapexco, los Austria en Tepehuacán de Guerrero, los Fayat en Huejutla y los Gilberto Zúñiga en Huautla entre otros, los cuales han conformado cacicazgos regionales despojando a los campesinos de sus tierras. Los intereses de estos caciques son protegidos por las bandas paramilitares y guardias blancas y por el apoyo que reciben del gobierno estatal y federal; por otro lado, el pueblo de Hidalgo ha mantenido como parte de su resistencia cultural el uso de la propiedad comunitaria de la tierra que se remonta a la época prehispánica y su lucha se ha concentrado en la recuperación de sus tierras. El gobierno ha intentado mediatizar a estas comunidades con organizaciones oficiales e instalando cuarteles militares como en Huejutla, como parte del plan denominado Huasteca a partir de la ocupación de 23 mil hectáreas, pero la lucha del pueblo es cada vez más fuerte a pesar de que el gobierno ha asesinado, encarcelado y desaparecido a miembros de organizaciones sociales y reprimido comunidades enteras.
En el sector de la minería es donde se han dado el mayor número de movilizaciones a nivel industrial con huelgas, marchas de las esposas y familias de los mineros, solidaridad nacional, y otros; pero han sido reprimidos y golpeados por el gobierno.
El gobierno antipopular que representa a la oligarquía financiera nacional e internacional, ha cerrado todos los espacios de participación política para el pueblo, corporativizando las demandas, defraudando en las elecciones, asesinando opositores políticos, comprando o amenazando a la prensa, violando constantemente todos los artículos de la Constitución y adecuándola a sus intereses.
No estamos dispuestos a permitir que nuestro pueblo siga muriendo por desnutrición o falta de atención médica; no estamos dispuestos a morir en las minas de plata para enriquecer a unos cuantos; no estamos dispuestos a permitir que los intereses de los caciques estén por encima de los intereses de nuestras comunidades; no estamos dispuestos a seguir sufriendo la militarización y la muerte de nuestros hermanos a manos de las bandas paramilitares, la policía y el Ejército Federal. Llamamos a todas las organizaciones sociales, obreras, de estudiantes, campesinas, sindicales, a personalidades democráticas y prensa honesta a generalizar todas las formas de lucha hasta arribar a un nuevo gobierno que en realidad represente los intereses de los diversos sectores de nuestro pueblo, en este nuevo gobierno, de carácter provisional, estarán representadas todas las fuerzas democráticas revolucionarias del país y tendrá como tarea principal convocar y garantizar la realización de una asamblea constituyente de la cual emanará la nueva constitución que contendrá las normas que regirán las nuevas relaciones de la sociedad mexicana, basadas en los principios universales de democracia, libertad, igualdad y justicia social, construyendo la República Democrática Popular, que deberá ser democrática, representativa, popular, soberana y federal. En esta nueva república todos los órganos de poder popular, sus dirigentes, funcionarios y empleados estarán obligados a observar estrictamente las leyes de la Nueva Constitución, así como a vigilar su cumplimiento. Teniendo como base los ejércitos revolucionarios se crearán las nuevas fuerzas armadas, las cuales tendrán un carácter popular y estarán también apegadas a las leyes establecidas en la Nueva Constitución. También será necesario un reordenamiento económico que libere a las masas trabajadoras del constante sacrificio a que han sido sometidas por el gobierno antipopular, que armonice el desarrollo de cada uno de los sectores de la economía, mejorando el nivel de vida de las regiones más atrasadas, terminando con la pobreza, elevando el nivel de vida de los grupos sociales más desprotegidos y satisfaciendo plenamente las necesidades de salud, alimentación, vivienda, educación, recreación y esparcimiento, restituyendo en propiedad de la nación los sectores estratégicos de la economía y los recursos naturales del país y renegociando la deuda externa, para aliviar la agobiante sangría económica del país para poder planear científicamente el crecimiento de nuestra economía.
Para el logro de estos CUATRO OBJETIVOS, el Partido Democrático Popular Revolucionario y el Ejército Popular Revolucionario consideran que en este momento el pueblo mexicano, sus organizaciones sociales, políticas, armadas revolucionarias, legales y clandestinas, debemos luchar por la urgente solución de las siguientes demandas: la constitución de un régimen laboral justo en donde se haga real el derecho al trabajo para todos, los salarios garanticen el bienestar y se respeten las conquistas históricas de los trabajadores ; el reparto agrario y la eliminación de latifundios; el respeto a la autonomía de los pueblos indios y su derecho a tener representación en los órganos de gobierno; el respeto a la igualdad jurídica, política, económica y social de la mujer; la libertad de todos los presos políticos, la presentación de los detenidos desaparecidos y el castigo a los responsables de la guerra sucia; el castigo a los torturadores y a los que ordenan la tortura, asesinato y desaparición forzada; la conquista de las libertades políticas del pueblo: manifestación, expresión, imprenta, asociación, reunión, organización y tránsito; el respeto a la voluntad popular en la elección de gobernantes y el derecho a la participación del pueblo en la toma de decisiones de la vida política del país; el cese a la militarización del país, el respeto a los derechos humanos, la defensa de la soberanía nacional, una profunda reforma e independencia real de los poderes de la Unión conforme a un Estado de Derecho, la renegociación de la deuda externa y revisión de los tratados internacionales que comprometen nuestra soberanía nacional, una justa renegociación de la deuda bancaria contraída por micro, pequeños y medianos empresarios; juicio y castigo a los gobernantes y altos funcionarios culpables de corrupción, enriquecimiento ilícito y de saqueo y entrega de las riquezas del país al capital financiero nacional y extranjero; desaparición de los cuerpos policiacos anticonstitucionales y paramilitares; el respeto a los Convenios de Ginebra con respecto a los conflictos de carácter interno; respeto a los derechos de los mexicanos que laboran y viven en Estados Unidos; respeto a los derechos de los migrantes y refugiados en nuestro país; el cese a la explotación irracional de nuestros recursos naturales; un régimen fiscal justo que estimule el crecimiento de la planta productiva en beneficio social y sancione la evasión fiscal de los grandes consorcios; precios de garantía justos a los productos agrícolas; el establecimiento de créditos para los campesinos y pequeños productores y renegociación de sus deudas; el establecimiento de canales de distribución y comercialización justos y la eliminación del acaparamiento y del intermediarismo; un seguro de desempleo y protección social a subempleados y desempleados; por resolver el problema nacional de la vivienda; la dotación de agua potable, electricidad, drenaje, pavimentación, vías y medios de comunicación para todo el pueblo; garantizar la salud del pueblo; una educación crítica, científica, democrática y gratuita para todos los mexicanos; el respeto pleno a los derechos de la niñez, de los jubilados y pensionados y protección social y vida digna a los ancianos y discapacitados; el otorgamiento de fertilizantes, insumos agrícolas y apoyo técnico gratuito a los campesinos y pequeños y medianos ganaderos; un fondo de apoyo suficiente para casos de pérdidas parcial o total de cosechas; la indemnización a damnificados por la contaminación y explotación irracional de los recursos naturales; mayor presupuesto y apoyo a la investigación científica y tecnológica; poner los adelantos científicos y tecnológicos al servicio del pueblo; el cese a la contaminación del medio ambiente y a la destrucción de los ecosistemas; un libre ejercicio de las profesiones y una política que integre a los profesionistas al desarrollo científico; el acceso efectivo del pueblo al arte, la ciencia y la cultura; el respeto y apoyo a la creación y expresión cultural y artística; el impulso y apoyo al deporte, garantizando el acceso del Pueblo a este.
¡¡ HIDALGUENSE !!, conserva el espíritu de lucha que ha caracterizado a nuestros pueblos, y ese ejemplo de dignidad mostrado en las distintas batallas, que brille nuevamente en los campos, montes y ciudades. UNETE a la lucha Democrática Revolucionaria.