Esta es una fecha que nos convoca a todas y todos los colombianos, al tiempo que nos llama a la reflexión sobre lo que ha pasado y nos permite cultivar sueños a futuro. Nosotros no podemos seguir condenados a la guerra eterna. Es hora de brindarles a las futuras generaciones las posibilidades de vivir en paz, reconciliación y buen vivir para los más de 30 millones de pobres.
Nuestro mayor sueño y nuestro principal deseo para Colombia en el año nuevo que ya despunta en el horizonte es un porvenir de paz construido sobre la base de la dignidad humana. No es una quimera pensar que esto puede lograrse mediante un gran acuerdo político nacional que introduzca los cambios constitucionales que la paz demande, tal y como se consigna en la introducción del Acuerdo de La Habana.
Las treguas en los tiros son importantes porque salvan vidas, pero muchas más vidas salvarían si fuesen treguas definitivas en las ambiciones de un capitalismo indolente que lacera con sus latigazos la dignidad humana de los demás, que somos las inmensas mayorías.
Estamos de acuerdo con el silenciamiento de los fusiles porque sin su estruendo y sobresalto podemos escoger el mejor camino hacia la paz. Pensemos que si nos unimos en los territorios de la paz la gente del pueblo, sus organizaciones sociales, las insurgencias, otros actores armados, la fuerza pública y los gobiernos nacional y local podemos frenar los asesinatos de líderes y lideresas sociales. Tenemos que descubrir quiénes están detrás de esta horrible matanza, quiénes dan las órdenes y quiénes accionan los gatillos.
Una nueva Comisión de la Verdad debiera establecer quiénes fueron los estrategas desde la cúpula del Estado de la perfidia contra el Acuerdo de Paz de La Habana. Es necesario que los sectores sociales se pongan en modo paz, con derechos fundamentales para todos. En este sentido, los integrantes y jefatura de la fuerza pública debieran actuar regresando a los principios fundamentales que les insufló el libertador Simón Bolívar. Entre ellos el de hacer la felicidad del pueblo.
Las FARC-EP Segunda Marquetalia estarían listas para iniciar conversaciones de paz con el Gobierno, una vez concluyan los diálogos exploratorios que se adelantan con este propósito. Informamos al país nacional y al Gobierno del presidente Petro que nuestros plenipotenciario para el eventual diálogo de paz son los compañeros Walter Mendoza, Iván Alí y Yurleni Guerrero, y otros compañeros que se sumarían más adelante a la mesa.
Pedimos al movimiento social y político del país, con acento especial a las fuerzas armadas, que no perdamos ni dejemos perder este momento histórico de la presidencia de Petro, con la posibilidad real de cambio político para sellar la paz con justicia social, democracia verdadera y soberanía patria.
FARC-EP, Segunda Marquetalia
Comandos de Frontera – Ejército Bolivariano
Coordinadora Guerrillera del Pacífico – Segunda Marquetalia
[Transcripción de comunicado difundido en redes sociales]