Desde 1986, el 19 de junio quedó grabado en la historia patria como el Día de la Heroicidad. Aquella fecha, 250 militantes, combatientes y masas del Partido Comunista del Perú ofrendaron sus vidas en defensa de la revolución, enfrentando los siniestros planes de genocidio de la reacción peruana contra los prisioneros de guerra en los penales de El Frontón, Lurigancho y Callao, conquistando un grandioso triunfo moral, político y militar para el Partido y la revolución.
En este nuevo aniversario rendimos sentido y solemne homenaje a todos nuestros héroes, y en primerísimo lugar a nuestro Presidente Gonzalo, quien, con convicción, voluntad y optimismo inquebrantables, siguió combatiendo durante más de 30 años de aislamiento absoluto y tortura, que culminaron con su vil asesinato sin jamás dejar de enarbolar, defender y aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo.
El Presidente Gonzalo sigue y seguirá viviendo en nuestros corazones, en nuestras mentes, en las luchas y los puños levantados del pueblo, en la brega por la construcción socialista y el rumbo comunista. Está siempre presente, pues, como él mismo dijera: si uno muere, el pensamiento queda. Y el pensamiento gonzalo ha quedado sembrado en el Partido y pueblo peruano. Su ejemplo inmenso de comunista hasta el fin seguirá siendo luz, enseñándonos a enfrentar cualquier tiempo adverso y a seguir sembrando revolución.
En la actualidad vivimos en un contexto mundial de contienda interimperialista, donde la provocación del imperialismo norteamericano prosigue cercando Rusia, actuando tras la OTAN, para controlar toda Europa y ampliar su ámbito de influencia, a lo que el imperialismo ruso ha respondido defendiendo su propio ámbito de influencia. Así, se vive una cruenta guerra que confirma lo que Lenin estableciera sobre cómo el imperialismo desencadena guerras de rapiña para volver a repartirse el mundo.
En lo económico, Estados Unidos, potencia imperialista en declinación busca conjurar la recesión, mientras China apunta a ser el sostén de la economía mundial. En lo político hay una crisis generalizada de la política demoburguesa, como lo comprueba la reunión del Grupo de los siete, que ha sido no solo de carácter económico, sino principalmente político en la búsqueda de una salida a la crisis de la democracia burguesa, configurando nuevas colusiones, reforzando a algunas y aislando a otras.
Dentro de este contexto de guerra, crisis económica y crisis política, en 2019 estallaron luchas populares en casi todas las ciudades del mundo. Fue un estallido popular de rechazo que exigía cambios. Sin embargo, ciertas fuerzas autonominadas de izquierda han expresado apartamiento de la ideología del proletariado, lo que ha generado desencantos en las costras, pero no en el proletariado, que persiste en defender y aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo en las nuevas condiciones de crisis generalizada, preparando como tarea principal de la clase y los pueblos del mundo la unión de las fuerzas revolucionarias en pro de la necesaria revolución.
América Latina no está al margen de esta pugna interimperialista por defender y extender sus zonas de influencia, y es evidente cómo el imperialismo norteamericano busca utilizar al Perú como su enclave con el aval de la ultraderecha peruana y su gobierno golpista que le sirven a pie juntillas. En esta coyuntura, la unidad latinoamericana cobra especial importancia para enfrentar esta situación en defensa del pueblo contra todo dominio imperialista.
Aunque hace décadas acabó la guerra popular, las clases dominantes en nuestro país han seguido aplicando la legislación antiterrorista perversa e inconstitucional de tiempos de guerra para perseguir a los revolucionarios y criminalizar la lucha popular. Con una política antiterrorista de odio y venganza demolieron en 2018 las tumbas con los pocos restos de nuestros héroes del 19 de junio, y en 2021, en su más pérfido acto, asesinaron al Presidente Gonzalo y desaparecieron sus restos.
Aplicando un derecho penal del enemigo, consideran «enemigo» a cualquiera que critique y desenmascare su orden opresor y explotador. Han anulado el derecho a la protesta, consideran a los manifestantes y a los dirigentes populares como sujetos sin derechos y aplican impunemente una política de persecución, encarcelamiento, tortura y muerte contra el pueblo.
Mas el pueblo peruano persiste en sus demandas de condena y sanción por las matanzas, solución política y no represiva, rechazo al Congreso golpista y su gobierno usurpador, asamblea constituyente con el pueblo y para el pueblo en defensa de sus derechos fundamentales, especialmente su derecho a la participación en el poder político.
Las infames acciones reaccionarias comprueban ante el pueblo que nada bueno podemos esperar de este sistema. Y por muy compleja que sea la situación internacional y nacional, los pueblos nunca dejan de luchar por un futuro mejor. En esa incansable brega es indispensable la unidad de los comunistas en defensa del marxismo-leninismo-maoísmo y en su aplicación creadora que garantice la dirección correcta del proletariado y el pueblo hacia el socialismo y comunismo, futuro luminoso de la humanidad.
En esta histórica fecha nos reafirmamos en la lucha junto a nuestro pueblo por asamblea constituyente sin presos políticos; demandamos la amnistía general para los comunistas, revolucionarios, presos políticos y sociales de ayer y hoy; defendemos el derecho a luchar por el socialismo y acabar con el capitalismo. Y recordamos las imperecederas palabras del Presidente Gonzalo, el más grande revolucionario de la historia peruana:
«Así, los prisioneros de guerra, como el personaje de la historia, siguen ganando batallas más allá de la muerte, pues viven y combaten en nosotros; su recia e imborrable presencia la sentimos palpitante y luminosa enseñándonos hoy, mañana y siempre a dar la vida por el Partido y la revolución».
¡HONOR Y GLORIA AL DÍA DE LA HEROICIDAD!
¡EL PRESIDENTE GONZALO VIVE EN LOS COMBATES DE LOS COMUNISTAS, REVOLUCIONARIOS Y EL PUEBLO PERUANO!
¡ABAJO LA CRIMINALIZACIÓN DE LA LUCHA POPULAR! ¡PRESOS POLÍTICOS DE AYER Y HOY, LIBERTAD!