Los cambios que no llegan y el peramilitarismo que se reconfigura

LOS CAMBIOS QUE NO LLEGAN Y EL PARAMILITARISMO QUE SE RECONFIGURA
 
En medio de convulsivas declaraciones, intercambio de mensajes por twitter, señalamientos y maniobras políticas, transcurren los 20 meses de gobierno de Gustavo Petro, los colombianos asistimos a lo que han denominado ruptura institucional y golpe blando a la administración actual. Una administración ambivalente que como lo señala el COCE en la reciente revista Insurrección Nº934, Petro, “se ha movido entre acciones de ruptura con el viejo orden de cosas y a la vez adelante pactos y alianza con los exponentes del viejo régimen”.
 
El poder legislativo y judicial han marcado con vehemencia toda su oposición a cualquier iniciativa que promueva Gustavo Petro, que tenga algún atisbo de cambio por más mínimo que sea. Ninguna de las reformas hasta el momento aprobadas representan cambios estructurales o profundos al modelo económico, la doctrina militar, etc, aún así las elites colombianos que han detentado el poder y el gobierno durante tantas décadas, insisten en obstruir la administración del Presidente y su gabinete.
 
Paralelamente éstas elites reconfiguran el fenómeno paramilitar de la mano de parte las bandas ex-farc y grupos ligados al narcotráfico en general a lo largo del territorio y contubernio con las fuerzas militares, socavan las exigencias de cambio del movimiento social y despliegan toda una campaña mediática para confundir y generar caos, mientras el régimen mantiene la persecución y asesinato de líderes sociales y organizaciones comunitarias en los territorios.
 
Los más recientes allanamientos a las oficinas de Fecode son muestra del acoso judicial que han padecido las expresiones organizativas alternativas, progresistas y/o de izquierda en el país durante décadas, expresiones de movilización que han puesto en la calle, la marcha y el tropel centenares de muertos, desaparecidos y judicializados al exigir cambios en el país.
 
Como si el derramamiento de sangre en el país hubiese sido menor, el 14 de febrero la Federación Nacional de Ganaderos que preside José Felix Lafaurie, lanza la propuesta de crear “Frentes de Seguridad Ganadera”, que no son más que la continuidad de la estrategia paramilitar que ha implementando la oligarquía colombiana en todo el país, estrategia paraestatal que ha despojado y desplazado a miles de comunidades de sus territorios a partir del terror, las masacres y las amenazas.
 
Para éste propósito los medios masivos de comunicación serviles a la clase económica, han desplegado una matriz comunicacional que les ha permitido posicionar el fenómeno de la inseguridad en las ciudades y territorio rurales, como una dinámica social que según ellos surge con el gobierno de Gustavo Petro. Una premisa falaz que intentan posicionar ocultando las reales raíces del problema que evidencian que los niveles de violencia en el país están vinculados a los problemas estructurales de pobreza, desempleo, hambre, etc.
 
La solución política al conflicto, necesariamente pasa las transformaciones estructurales que el país necesita para vivir en paz, cambios que interpreten las demandas de las mayorías del país que caminen hacia una democracia participativa que supere el viejo régimen en Colombia. La solución política tiene que ver con ponerle fin al paramilitarismo y el sistema de desigualdad y terrorismo de Estado que ha aplazado el nuevo gobierno de nación, paz y equidad.
 
¡Colombia… Para Los Trabajadores!
¡Ni Un Paso Atrás… Liberación o Muerte!
 
FRENTE DE GUERRA URBANO NACIONAL COMANDANTE EN JEFE CAMILO TORRES RESTREPO

EJÉRCITO DE LIBERACÍON NACIONAL