A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES
A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS
A LAS ORGANIZACIONES POPULARES Y REVOLUCIONARIAS
¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!
El primero de mayo de 2024, formalmente se cumplen sesenta años de la fundación de nuestro partido revolucionario de ideario comunista. Son seis décadas de desarrollo dialéctico, acumulación de fuerzas, crecimiento y desarrollo de la organización político-militar clandestina que realiza la revolución socialista en México.
Unión del Pueblo (UP), Organización Revolucionaria Clandestina Unión del Pueblo (ORCUP), Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo (PROCUP), Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo-Partido de los Pobres (PROCUP-PDLP), y, Partido Democrático Popular Revolucionario (PDPR) son las expresiones histórico concretas de nuestro historial revolucionario y eslabones indisolubles de nuestra condición contemporánea.
En sesenta años de existencia, inmerso en la lucha de clases y estrechamente ligado con el pueblo, el partido ha adquirido vigor. Lo que somos, la unión de voluntades, capacidades y recursos para hacer y dirigir la revolución socialista en México, tiene mejores características cuantitativas y cualitativas: lineamiento político y metodología de construcción revolucionaria forjados tras décadas de lucha revolucionaria; raíces inextinguibles en el seno del pueblo; experiencia de combate y construcción revolucionaria; varias generaciones de revolucionarios fusionadas en el crisol del ideal comunista; y, la enseñanza de los fundadores transmitida en praxis revolucionaria a las nuevas generaciones, cualidad potenciada por una militancia políticamente consciente, ideológicamente consolidada y técnicamente capaz.
La necesidad histórica de la revolución socialista no ha caducado, las condiciones objetivas y subjetivas profundizadas en la larga crisis de agonía por la que atraviesa el sistema capitalista, la hacen más apremiante. En el transcurso de más de medio siglo de dictadura del capital las contradicciones socioeconómicas y políticas que la revolución social está llamada a resolver se han agudizado, con ello, las condiciones objetivas de la nueva revolución en curso lejos de desvanecerse cobran fuerza, se equivocan aquellos que por su cobardía y plegados al poder burgués niegan la violencia revolucionaria de las masas como vía de transformación y cambio.
Los objetivos históricos, estrategia y táctica enarbolados durante seis décadas, siguen vigentes y son imprescindibles para lograr la emancipación total del pueblo. La terrible condición en la que la dictadura capitalista aprisiona a las masas trabajadoras, demanda que la toma del poder político, la instauración de la dictadura del proletariado y la construcción del socialismo sean objetivados; el terror del poder burgués materializado por medio del Estado policíaco militar, el estado de derecho oligárquico y un gobierno falsamente popular sólo se puede frenar y destruir con la guerra popular prolongada; y, las contradicciones entre las clases sociales antagónicas de la actual sociedad mexicana, encuentran solución de fondo en la transformación radical de la base económica y superestructura social que las alimentan, para ello, es indispensable la combinación de todas las formas de lucha en torno a la lucha armada revolucionaria.
A sesenta años de existencia y desarrollo, reafirmamos con honra el tipo de partido revolucionario forjado en el fragor de la guerra revolucionaria contra el opresor y explotador. Izamos en la praxis lo que nuestro primer congreso determinó: El Partido Democrático Popular Revolucionario, es una organización político-militar, que se rige en base al principio del Centralismo Democrático y sustenta una concepción marxista-leninista del mundo; se guía por la estrategia general de Guerra Popular Prolongada (GPP), y en torno a ésta todas las formas y métodos de lucha legados por la experiencia del proletariado internacional y aquellas que surgidas de la iniciativa y creatividad de nuestro pueblo, correspondan al momento histórico. El PDPR es un partido proletario conformado fundamentalmente de obreros, campesinos e intelectuales revolucionarios; es una estructura clandestina de profesionales de la revolución, inmersa en nuestro pueblo que nos protege y apoya y de quien nos fortalecemos y consolidamos, movilizando y dirigiendo su lucha. Llevaremos al éxito nuestra esencia y razón de ser, los intereses populares enarbolados en la gesta socialista trocarán en el puerto del triunfo, irrefutable es que, el futuro del México contemporáneo es la revolución comunista.
Un gobierno burgués que hace seis años se presentó con careta de amigo del pueblo para engañar a las masas populares se encuentra en su ruta final, a cinco meses que termine la actual administración, es inocultable el resultado funesto de su gobierno para el pueblo: el régimen de explotación y opresión con el que la burguesía subsume a las masas trabajadoras a la esclavitud moderna es más inhumano.
A lo largo y ancho del país no se registra cambio o transformación referida por el partido burgués en el gobierno y el jefe del Ejecutivo federal, lo que existe es la dictadura del capital, el poder burgués que oprime al pueblo y el reinado de los intereses extranjeros sobre el bienestar popular. Estado de cosas que próximamente ha de ser administrado por una nueva junta administrativa parapetada en el feminismo burgués, comprometida con hoscos intereses oligarcas e imperialistas y la cúpula policíaco militar encargada de instrumentar la contrainsurgencia en México.
La situación económica, política y social por la que atraviesa el país reafirma como necesidad histórica un cambio radical. El curso de la lucha de clases, el resultado funesto de la propuesta liberal burguesa, el papel del gobierno de la social democracia que de forma se autodefine de izquierda cuando de fondo es reaccionaria y la descomposición del régimen, revelan que la transformación radical de la sociedad mexicana no ha de emerger de la vía institucional o los cauces de la putrefacta democracia burguesa, apostar por el proceso electoral o embrollarse en viejas posturas reformistas y “nuevas” posiciones postmodernistas conciliadoras, constituye en los hechos, tomar partido a favor de la dictadura del capital.
La violencia capitalista de la que es víctima el pueblo no ceja en el actual gobierno, se traduce en prácticas de terrorismo de Estado; eventos de represión contra el pueblo inconforme, en protesta u organizado; más crímenes de lesa humanidad sobre las masas trabajadoras; impunidad e inmunidad para los criminales de Estado; y, más injusticias para el pueblo, son la cotidianidad que los liberales reformistas en el gobierno tipifican como “cuarta transformación”. No hay cambio, al igual que hace décadas, por medio del terror burgués el Estado mexicano impone y defiende los intereses de empresarios, oligarcas y extranjeros.
La historia moderna del país y la realidad contemporánea reafirman a las masas la añeja enseñanza de no confiar en el Estado policíaco militar, en todo tipo de gobierno burgués, los aliados del Estado como son toda laya de reformistas, en ningún político de oficio ni institución que representan y tampoco en los cuerpos represivos.
Otorgar voto de confianza en los mecanismos y personificaciones de la opresión capitalista es colocar en saco roto la aspiración de cambio, por ende, en el actual contexto de oprobio burgués, es iluso acudir a las urnas electorales, nada ganará el conjunto de explotados y oprimidos para su emancipación con la democracia burguesa.
Ante el contexto de terror burgués, medio en que el Estado mexicano plegado a su amo imperialista se ceba contra las masas populares, la espiral ascendente de violencia emanada del régimen y las prácticas de terrorismo de Estado con las que se asola al pueblo, ratificamos que: Los auténticos revolucionarios del mundo nos mantendremos sin plegarnos ante la soberbia y la prepotencia del imperialismo. No traicionaremos a nuestros muertos, no traicionaremos a nuestros presos, no traicionaremos a nuestros compañeros torturados ni desaparecidos y no traicionaremos a los pueblos hermanos del mundo que luchan por la transformación revolucionaria de la sociedad (Documentos del congreso). Los masacrados serán vengados y honrados con el triunfo de la revolución socialista.
Presta debe estar la militancia para cumplir con las tareas, necesidades y desafíos de la revolución socialista. La proeza de la revolución socialista tiene larga data en nuestro país y de frente se encuentra un futuro fervoroso en el campo de la lucha de clases hasta lograr tomar por asalto la fortaleza capitalista, ¡camaradas! A redoblar esfuerzos en la construcción, crecimiento y desarrollo de los pilares fundamentales de la revolución socialista en México.
La violencia revolucionaria de las masas ha escrito páginas de la revolución comunista en nuestro país, nuestro partido ha colocado su impronta en ella, vive y sigue en la forja de la emancipación popular, ello ha sido y es posible por el cobijo de las masas populares, nuestro deber revolucionario es para y con el pueblo.
Hermanos de clase, pueblo en general, nuestra causa es la causa de las masas trabajadoras y sectores populares, es momento de nutrir las filas del partido de la revolución socialista en México, bienvenido a las filas del PDPR-EPR será todo aquel que tenga voluntad popular de combatir contra el régimen oprobioso que nos oprime y explota.
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!
COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR
COMANDANCIA GENERAL DEL EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO