Operación Príncipe

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Autor
Miguel Bonasso, Roberto Bardini y Laura Restrepo
Contenido
OPERACIÓN PRÍNCIPE
 
 Original de Miguel Bonasso, Roberto Bardini y Laura Restrepo (Primera edición: diciembre de 1988)
 
 Ediciones Rodriguistas: “Nuevas Ideas”
 Reedición / Chile, diciembre de 2007
 24 aniversario del FPMR
 Libre Circulación
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 PRESENTACIÓN
 
 El 1º de septiembre de 1987 en una espectacular acción militar urbana conocida como “Operación Príncipe”, es secuestrado el gerente general de la Fábrica y Maestranza del Ejército de Chile (FAMAE), el Teniente Coronel Carlos Carreño, por las unidades “Ignacio Valenzuela” del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), operación también denominada “No a la perpetuación del tirano”.
 
 Esta acción y un sin número de otras menores que le acompañaron, se realiza en el contexto de las negociaciones impulsadas por la alternativa democrática burguesa con el régimen militar, y en pleno debate interno y de lucha ideológica del movimiento revolucionario chileno, cuando comenzaba el reflujo de la lucha de masas y las maniobras por conciliar el conflicto de clases dentro de la institucionalidad y el modelo neoliberal instaurado por la dictadura; objetivo posterior de la campaña del No y fundamento de la “transición a la democracia” dirigida por la Concertación. 
 
 El FPMR rechazaba así los acuerdos entre la dictadura y la oposición burguesa como expresión de la “perpetuación del régimen”, denunciando a su vez la claudicación de una parte de la izquierda que conservando aún capacidad de conducción, se derechizaba y renunciaba a la lucha frontal, negándose a un reordenamiento de las fuerzas populares que permitiese retomar la iniciativa por cambios reales, y no ser un vagón de cola del continuismo y los acuerdos a espaldas del pueblo.
 
 Dos meses antes el Frente había logrado autonomía rompiendo con la dirección del Partido Comunista, por lo cual esta operación fue además una forma de validarse y consolidar al FPMR como organización político militar independiente.
 
 La necesaria reedición del libro
 
 El libro “Operación Príncipe”, es publicado por primera vez en diciembre de 1988 a través de Editorial Planeta en México y Argentina. Los autores: Miguel Bonasso, Roberto Bardini (argentinos) y Laura Restrepo (colombiana), logran a través de una ágil y simple narración periodística, confeccionar una radiografía de Chile y de las divergentes posiciones de los actores políticos de fines de los 80, donde se manifiesta la legitimidad y sentido de esta acción en el contexto político que se realizó.
 
 De los libros originales, muy pocos llegaron al país, transitando de mano en mano o reproducidos en fotocopias de forma clandestina, existiendo actualmente contados ejemplares. De ahí que el FPMR, a través de Ediciones Rodriguistas “Nuevas Ideas” haya visto la necesidad de reeditarlo, en función de rescatar una parte de su historia y de la vida nacional, a través de una acción certera de la lucha antidictatorial, que hasta hoy es tema para la inteligencia política y los medios de prensa del sistema, punzando como una espina rebelde en la médula de la “perpetuación” y el reformismo al cual fue dirigido premonitoriamente por aquel entonces.
 
 Por ejemplo, en los últimos años se ha querido dar a entender que la Operación Príncipe habría sido impulsada por una infiltración al FPMR de la Central Nacional de Inteligencia (CNI) para cubrir los errores en el tráfico de armas y explosivos a Irán desde FAMAE. Una “tesis periodística” sin sustento alguno en la línea investigativa de los juicios vinculados a narcotráfico, trafico de armas, asesinatos, corrupción y enriquecimiento ilícito de Pinochet y su camarilla militar y empresarial antes de dejar el gobierno, sino basada en elementos aledaños como las “extrañas preguntas que el Frente habría hecho a Carreño durante su cautiverio acerca del tráfico de armas al Medio Oriente”; y del juicio a los agentes de la CNI que hicieron desaparecer a los militantes Gonzalo Fuenzalida, Julio Muñoz, José Peña, Alejandro Pinochet y Manuel Sepúlveda Sánchez, que en su defensa adujeron sería para canjearlo por el Coronel, pero que en definitiva y también para su “extrañeza”, fueron torturados, asesinados y lanzados al mar.
 
 Intencionalmente esta “tesis” no señala que la venta o tráfico de logística militar al exterior en ese período ya estaba en cuestionamiento público; y que la venganza política e intimidatoria para dominar la disidencia había sido el método fascista más recurrido por los organismos represivos de la dictadura cada vez que el régimen era golpeado por la resistencia armada (un año antes había sido asesinado el periodista José Carrasco y otras personas ligadas a la oposición como respuesta al atentado a Pinochet -episodio descrito en estas páginas a modo de contexto-; además de desconocerse la existencia de un libro como éste, un material básico para cualquier tipo de investigación en este tema.
 
 Según se conoce, Carreño antes de ser secuestrado por el FPMR, como gerente e ingeniero tanto de Famae como de su fachada Ferrimar (empresa creada por el ejército para negociar o traficar armamento de forma abierta o encubierta), debía viajar a resolver con el gobierno de Irán los catastróficos resultados de la venta de las bombas “Avispa”, que habían sido rechazadas por su mala calidad. Situación delicada y compleja, porque además de existir varios iraníes mutilados o muertos por el fallido material, estos exigían un reembolso que la parte chilena propuso cubrir con un avión F5 y la posibilidad de venta de unos cuantos más, hasta que se enteraron los norteamericanos (Chile tenía un embargo impuesto por ellos a la compra y venta de armas como forma de presión). Problema al cual se sumaron también las diferencias con el General Matthei de la FACH, que no fue consultado ni estaba de acuerdo con que se vendieran sus aviones; y Carlos Cardoen, en pie de guerra contra la “Avispa” por ser copia de sus “Bombas de Racimo”, con un juicio en los tribunales chilenos que finalmente perdió, para pasar luego a ser financista de la campaña del NO, avalado por la oposición burguesa que lo recibió como un demócrata. 
 
 En concreto, la famosa “tesis” ha pretendido demostrar que los organismos de inteligencia no encontraron mejor forma de salir de sus aprietos que meterse en otro peor, sacando de circulación a Carreño de la mano de su principal enemigo, el FPMR, en un contexto de máxima explosividad social, donde como lo demuestra el propio momento político, los créditos los obtuvo el Frente en todos sus aspectos. O sea, una elucubración sin pies ni cabeza, que hace caso omiso de un conjunto de factores que vuelven ilógico tamaño sofisma, que ni las investigaciones judiciales estimaron seriamente (darlo por muerto y cambiar su identidad habría sido quizás más fácil…o asesinarlo liza y llanamente como hicieron en 1992 con el coronel Gerardo Huber Olivares, delito conexo al tráfico de armas a Croacia). Basta recordar, como explica este mismo libro, que “El cautiverio del militar duraría 92 días del 1 de septiembre al 3 de diciembre de 1987, y desencadenaría el operativo de búsqueda con mayor despliegue de policías, militares y agentes de inteligencia –diez mil en total- de los últimos catorce años. Sólo en las primeras 48 horas del secuestro las fuerzas de seguridad controlaron a ciento cincuenta mil personas. Después, se hicieron en el ochenta por ciento de Santiago, que fue prácticamente allanado casa por casa”.
 
 La fuerza de la memoria
 
 Pasado 20 años de esta espectacular operación, como podrá percibir el lector, se vuelven a la memoria con la fuerza de la historia un conjunto de hechos y protagonistas que hacen de este libro un documento muy vigente.
 
 Rememora vivencias crueles como la incineración en vida el 3 de julio de 1986 por parte de una patrulla militar, de Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas; este último joven fotógrafo chileno que debido a las heridas murió a varios kilómetros del lugar donde se produjo el ataque. O bien se evoca la lucha antidictatorial que mostró su alto nivel de combatividad el 2 y 3 de julio de 1986, donde se inicia el declive del régimen dictatorial, y los desesperados intentos por negociar de la oposición burguesa apoyada por EE.UU, preocupados por una salida revolucionaria del proceso. Como también los pasajes más audaces del “Tiranicidio” del 7 de septiembre del mismo año. 
 
 Entre los protagonistas y explicando el escenario de la Operación Príncipe a los redactores de este libro estuvo Raúl Pellegrín, quien bajo el nombre de “José Miguel”, decía: “Todo giraba en torno al plebiscito previsto en la Constitución fraudulenta de 1980. Las cúpulas de los Partidos tradicionales estaban inmersas en esa campaña. Los partidos opositores, especialmente los agrupados en la Asamblea de la Civilidad, que impulsaban la movilización de las masas y la lucha frontal a partir de las manifestaciones del 2 y 3 de julio de 1986, que alcanzaron un grado muy alto -huelga general, el país paralizado dos días, creación de zonas liberadas en algunas poblaciones, enfrentamientos a balazos con la policía-, abandonaron su combatividad”. “Se produce un retroceso: la cúpula abandona la idea de la derrota de Pinochet y llama a la desmovilización. En los planteos de la derecha, esto no es de extrañar. Pero algunos sectores progresistas también se retiran de la lucha y abandonan la idea de la movilización como elemento central para terminar con Pinochet. Surge entonces la idea del cambio desde adentro: enfrentarse dentro de la Constitución fascista y hacer alianzas incluso con la derecha”.
 
 En este sentido la Operación fue tan oportuna y desestabilizadora para los intereses en disputa, que puso al descubierto contradictorias reacciones:
 
 - La oposición burguesa acusó al Frente de violar los derechos humanos y poner en peligro la salida democrática mientras negociaba con la dictadura criminal.
 
 - La izquierda tradicional, en particular las cúpulas socialista y comunista dominadas por el reformismo o la socialdemocracia, actuaron como ya lo venían haciendo ante las movilizaciones u acciones combativas contra la perpetuación, denunciando una supuesta infiltración de la CNI o la DINE, y exigiendo a sus bases no apoyar al FPMR (estaba en curso la separación del PC y la persecución que ello significó para los rodriguistas). Dedicando incluso en la actualidad, artículos en medios como La Nación, El Siglo y otros, para demostrar que la “fracción está infiltrada”, siguiendo al pie de la letra la pauta que el bloque en el poder viene desarrollando para enfrentar el descontento social (criminalizando la protesta) y la rearticulación política del campo revolucionario.
 
 - El régimen por su parte, reprimió e impuso el silencio a los medios de comunicación teniendo como vocero al fiscal militar Fernando Torres Silva -el mismo que investigaba el atentado al general Pinochet- quien declaraba a la prensa que el caso se solucionaría “en cuestión de días, quizá de horas”, al mismo tiempo que se aislaba a la familia de Carreño, y de no ser por la intervención del entonces pro vicario de nacionalidad argentina, Alfredo Soiza-Piñeiro, y el vicario general de Santiago, Christian Precht, el acuerdo para la liberación del Coronel a cambio de la difusión de una declaración pública del FPMR, y la distribución de varias toneladas de alimentos y materiales de construcción en las poblaciones pobres y marginadas de Santiago, hubiese tenido un final incierto. 
 
 Fueron justamente las condiciones descritas y el peligro fundado de que el ejército podía mandar a ejecutar a Carreño para culpar al FPMR, que el mando a cargo tomó la delicada pero no menos audaz decisión, de trasladar al coronel de ejército por un paso del Norte de Chile hasta Argentina y luego Brasil, y entregarlo con vida para culminar con éxito la operación. 
 
 Esta es la trama que ustedes tendrán la oportunidad de conocer a través de las líneas de este libro, tras una especie de larga censura o premeditado olvido, pues existiendo la historia y el libro también, ni la prensa ni los actores del políticos que llegaron al gobierno gracias a la resistencia popular, les interesa se conozca lo que realmente ocurrió. Que como se ha visto, es mejor silenciar o tergiversar al igual que a otras tantas luchas contra la perpetuación y la impunidad, para que nos olvidemos que comparten el poder con los mismos mafiosos que asesinaron y se enriquecieron al amparo de la dictadura, y hoy dan clases de democracia...
 
 Dirección Nacional
 
 Frente Patriótico Manuel Rodríguez
 
 Chile, diciembre de 2007 
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 INDICE
 Presentación
 1. El hombre del abrigo gris
 2. La «Operación Príncipe»
 3. En retirada
 4. Soldados de a pie
 5. El «barretín»
 6. «Ojalá que no me encuentren»
 7. «Yo no tengo nada que ver»
 8. En carne propia
 9. El hombre indicado
 10. El anochecer de un día agitado
 11. Vivo o muerto
 12. Dos amigos
 13. El cura y el inquisidor
 14. Por designio de Dios y del diablo
 15. Cantando bajo la ducha
 16. Un Rommel por 24 horas
 17. De frontera a frontera
 18. Pavimento caliente
 19. El turista ciego
 20. Historia en dos ciudades (I)
 21. Un hombre de palabra
 22. «Un loco dice que es Carreño»
 23. Malas noticias
 24. Historia en dos ciudades (II)
 25. Un relato de terror Epílogo