Dos testimonios: Ricardo Ochoa y Francisco Jiménez (El Viejo Ruperto)

Fuentes para el estudio de la Insurgencia en Venezuela, Siglo XX

Biblioteca
Biblioteca digital
Autor
Figueroa Guerrero, Pedro J. [Entrevistas, introducción y notas]
ISBN
978-980-18-0899-2
Núm. Páginas
259 pp.
Procedencia
[Publicación autorizada por el autor]
Datos de Edición
Quíbor, Venezuela: Museo Antropológico de Quíbor “Francisco Tamayo”; Centro Nacional de Estudios Históricos (CNEH), 2021. [2a. edición]
Contenido
Los textos que el lector tendrá a la vista, son resultado de largas conversaciones que resumen parte del testimonio de la extendida vida política de dos venezolanos que participaron activamente en el proceso de lucha armada en el país, convencidos de la pertinencia del Socialismo y del Comunismo como vías ciertas para la redención social y el logro de un mundo distinto y mejor.

La lucha armada en la Venezuela de la segunda mitad del siglo XX, no corresponde sólo a la llamada década del 60 o década violenta, como indistintamente se le ha llamado, sino que abarcó un periodo de poco más de tres décadas que se inician en 1960 pero que culminan en 1994. Dicho proceso se segmenta en dos periodos: el primero, 1960-1970; y el segundo, 1970 -1994 (fecha ésta última en la que se opera la desmovilización unilateral del último foco armado rural que hacía vida en el país, el Frente Guerrillero “Américo Silva” –FAS- de Bandera Roja). Cada uno de esos periodos tiene sus características y condiciones particulares que les configuran y definen.

Los testimonios corresponden a dos revolucionarios que fueron primero militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (M.I.R) de Venezuela en los años sesenta del siglo pasado: se trata de Francisco Jiménez –célebre como el Viejo Ruperto- y de Ricardo Ochoa –conocido como “Samurai” y después como “Sierra”.

Entre 1965 y 1966, las definiciones sobre la línea a asumir respecto a la continuidad o no de la táctica de lucha armada, abrieron las puertas de las agrias controversias políticas por vez primera dentro del Partido Comunista de Venezuela, y se produjo la primera ruptura interna. De ella surgió al Partido de la Revolución Venezolana (P.R.V) en 1966, bajo la dirección, entre otros, de Douglas Bravo, Fabricio Ojeda, Luben Petkoff y Francisco Prada. Ya cerrándose aquella década violenta, entre 1968 – 1969, las pugnas volvieron a hacerse presentes, esta vez dentro de las dos organizaciones de la izquierda nacional –Partido Comunista de Venezuela (P.C.V) y M.I.R– y los desprendimientos y rompimientos internos volvieron a coger terreno.

Puertas adentro en el M.I.R, la ruptura dio surgimiento a dos partidos políticos más: la Organización de Revolucionarios (O.R) y Bandera Roja (B.R), ambas agrupaciones convencidas de la necesidad de mantener elevado el estandarte de la lucha armada. Francisco Jiménez y Ricardo Ochoa se alinearon en las filas de Bandera Roja y las páginas que siguen en adelante dan cuenta de algunos de los pasajes de su trajinar en esa segunda fase de la historia de la lucha armada revolucionaria del siglo XX venezolano, 1970 – 1994.