Cuando nace una llama en las entrañas de una hermosa y victoriosa mujer, todo se hace posible; pero cuando esa llama nace del pueblo y llena su alma, enardece deseosa de libertad se convierte en una llamarada imparable. Este ensayo testimonial de Mujeres Guerrilleras, Elenas y Camilistas, es un esfuerzo por resaltar la historia de la mujer insurgente militantes del ELN, para reivindicar y reconocer nuestra diversidad y la diversidad de la luchas e historia en la que miles y cientos de miles de mujeres han ofrendado su energía, su voluntad, sus mejores momentos de vida para ir sembrando semillas de emancipación social.
Somos herencia de mayorías y aún hoy en medio de nuevas condiciones, entregamos todas nuestras fuerzas, todos los minutos de nuestras vidas a la noble causa revolucionaria; dibujamos utopías del buen vivir en cada combate guerrillero, en cada acción política, social y militar, en lo rural y lo urbano; en cada uno de los flancos de la batalla por la dignidad, la democracia, la soberanía.
Desde el origen de la guerra de liberación que libramos, iniciada el 4 de julio de 1964 y consignado en nuestro manifiesto de Simacota, hemos levantamos las banderas de igualdad y equidad de la mujer como corazón de la lucha y la resistencia hacia el logro de transformaciones estructurales, sociales y culturales.
En el Ejército de Liberación Nacional, mujeres y hombres, procuramos estar al máximo en pie de igualdad en derechos y deberes, siendo conscientes de la batalla diaria, ardua, incansable y continua que implica la ruptura de la herencia histórica de la sociedad capitalista y machista.
En esta lucha por transformarnos y transformar la sociedad hemos ido templándonos como mujeres rebeldes, mujeres guerrilleras, Camilistas, mujeres rojas y negras. En este ensayo hemos querido dar a conocer los testimonios del ser mujer revolucionaria desde las diversas perspectivas, desde la multiplicidades de sueños y desde el unificado ser MILITANTES en un proyecto de nación.
Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que hemos sido esencia y fundamento de la lucha por una nueva sociedad, por una sociedad de iguales, sin privilegios, sin explotación y opresión, luchando hombro a hombro y recodo a recodo junto al hombre desde una identidad de pueblo oprimido y excluido.
No dudamos que un día, cuando las condiciones de la nación lo permitan, todas las mujeres, nos congregaremos de cara a Colombia para poder dar a conocer de manera pública y soberana la epopeya de esta hermosa historia de lucha emancipadora por una vida llena de dignidad y justicia, paz y equidad para el conjunto de hombres y mujeres, en una relación amorosa con la naturaleza, con un sentido amplio de humanidad en el respeto por la vida en todas sus expresiones.