La Tablada y el caso Puigjané

Un proceso a la Teología de la Liberación

Biblioteca
Fondos bibliográficos
Autor
Viaggio, Julio José
ISBN
9789506500757
Localizador
Bib-01/1
Núm. Páginas
124 pp.
Datos de Edición
Buenos Aires: Editorial Cartago, 1990.
Contenido
Cuando el lector recorra las páginas de Viaggio, tomará conciencia de su mensaje. Fiel a sus ideas pero despojado de rasgos de sectarismo que dificultaran la defensa de la libertad del prójimo, sin reclamar a éste que coincidiera con las posiciones ideológicas del defensor. 

Humanista cabal, merece ser leído, con la convicción de que sus reflexiones contienen el vigor imprescindible a los tiempos procelosos que vive la República. Porque la patria se va construyendo con hombres de su talla.

Unas palabras sobre Puigjané. De seguro que solamente muy pocas personas —invisibles,
sigilosas, clandestinas— pueden haber albergado animadversión hacia Antonio. Me consta (por aquello de rodar en las calles) que la gente, entrañablemente, siente cariño y simpatía hacia él por su entrega sin cortapisas a la causa de la redención popular. Le atribuye el corazón tremendo, que verdaderamente tiene, aunque hoy lo hayan crucificado en un expediente judicial. El compromiso evangélico con el pueblo —la vida integral de Antonio en su adhesión militante a la Teología de la Liberación— fue satanizado explícitamente por la XVII Conferencia de Ejércitos Americanos; galardón aun más encumbrado para sacerdotes de la dimensión del hoy prisionero y de otros que ya dieron anteriormente su sangre por la emancipación de las gentes.

El aparato judiciario cayó —como siempre— sobre los acusados, con peso de titán, en la preservación de un sistema que se consideró desafiado. El tribunal parece haber asumido el papel frenador de la historia que diseñara imperativamente para el Poder Judicial de América Latina aquel documento “Santa Fe Io” que ya mencionáramos. Ello no empequeñece la difícil,
valerosa y útil tarea de los abogados en este proceso: su denuncia dinamizó las conciencias. Epocas hubo, la mayor parte de nuestro devenir de país dependiente, en que se identificó aviesamente al defensor con sus defendidos —más que mimetización, alquimia—, como sucedió con Sebastián de Medina y Arenas (abogado de Túpac Amaru en 1783), con el Teniente Franco (defensor de Severino Di Giovanni en 1931), ambos sancionados, y con el centenar de colegas que tenemos detenidos-desaparecidos en la Argentina actual.

Viaggio y Puigjané aparecen en el libro con sus respectivas fisonomías. También surgen en la escena el Fiscal y los jueces. Quiénes fueron los buenos, y cuáles los malos de esta película, lo dirá quizás el lector. Por mi parte, tengo ya la posición tomada irreversiblemente,

Dr. Carlos Zamorano
Presidente de la LigaArgentina por los Derechos del Hombre