País
Noches de humo
Cómo se planeó y ejecutó la toma del Palacio de Justicia
Biblioteca
Fondos bibliográficos
Autor
Behar, Olga
ISBN
9586142817; 9789586142816
Localizador
Bib-01/2
Núm. Páginas
235 pp.
Datos de Edición
Bogotá: Planeta Colombiana Editorial, 1988.
Contenido
En 1985, la periodista colombiana Olga Behar publicó Las guerras de la paz, y en 1988 Noches de humo. Behar define Noches de humo como una novelatestimonio. En realidad, este libro se basa en hechos reales ocurridos en Bogotá durante la toma del Palacio de Justicia en 1985, y como tal los presenta.
Con base en testimonios de familiares, magistrados, guerrilleros, y abogados, Behar construye un texto que le da voz a aquellos que nunca la tuvieron. Para familiarizar al lector y crear una empatía con los magistrados y los guerrilleros del M-19, Behar utiliza varias técnicas: un lenguaje sencillo y cotidiano, basado en el recuento de los hechos; asimismo, la intromisión en la vida y actividades diarias de la gente, con sus virtudes y defectos. De esta manera, el lector tiene acceso tanto al trabajo al cual se dedicaban los involucrados, como a sus relaciones amorosas y familiares.
Noches de humo deja testimonio de lo que hicieron los que murieron; pero, principalmente, es un discurso que permite ver desde el lugar de los hechos la violencia ejercida por los altos mandos militares y de policía. La toma del Palacio de Justicia y el asesinato de quienes se encontraban encerrados fue la toma que pusieron en obra los comandantes del ejército y de la policía.
Noches de humo recrea la tragedia que vivieron magistrados, empleados y guerrilleros en el edificio. El texto hace referencia a un evento que, de alguna manera, se convierte en el epítome y la expresión máxima de la violencia en Colombia. Allí se vivió la agresión, el error, el caos, el absurdo y la incomunicación.
Fue una forma real de vivir y de morir; nunca igual, pero parecida al terror del mundo extraño de Ferneli, a los actos violentos y a los finales trágicos en Debido proceso, y a los extremos de los sicarios en la obra de Vallejo. Si puede algo de humor o de ficción en la toma del Palacio de Justicia en el libro de Behar, ése algo es el llamado "Rambo criollo", quien dirigió gran parte de la acción contra el M-19. Por azar, este civil colaboró con el ejército y policía, asesinó a guerrilleros y salvó a varios civiles. Su desempeño durante la toma bien podría convertirse en película de acción. Los apartes relacionados con el "Rambo criollo", y la valentía de los jueces y guerrilleros masacrados, son la única instancia en donde se relativiza el drama de los acontecimientos.
Con base en testimonios de familiares, magistrados, guerrilleros, y abogados, Behar construye un texto que le da voz a aquellos que nunca la tuvieron. Para familiarizar al lector y crear una empatía con los magistrados y los guerrilleros del M-19, Behar utiliza varias técnicas: un lenguaje sencillo y cotidiano, basado en el recuento de los hechos; asimismo, la intromisión en la vida y actividades diarias de la gente, con sus virtudes y defectos. De esta manera, el lector tiene acceso tanto al trabajo al cual se dedicaban los involucrados, como a sus relaciones amorosas y familiares.
Noches de humo deja testimonio de lo que hicieron los que murieron; pero, principalmente, es un discurso que permite ver desde el lugar de los hechos la violencia ejercida por los altos mandos militares y de policía. La toma del Palacio de Justicia y el asesinato de quienes se encontraban encerrados fue la toma que pusieron en obra los comandantes del ejército y de la policía.
Noches de humo recrea la tragedia que vivieron magistrados, empleados y guerrilleros en el edificio. El texto hace referencia a un evento que, de alguna manera, se convierte en el epítome y la expresión máxima de la violencia en Colombia. Allí se vivió la agresión, el error, el caos, el absurdo y la incomunicación.
Fue una forma real de vivir y de morir; nunca igual, pero parecida al terror del mundo extraño de Ferneli, a los actos violentos y a los finales trágicos en Debido proceso, y a los extremos de los sicarios en la obra de Vallejo. Si puede algo de humor o de ficción en la toma del Palacio de Justicia en el libro de Behar, ése algo es el llamado "Rambo criollo", quien dirigió gran parte de la acción contra el M-19. Por azar, este civil colaboró con el ejército y policía, asesinó a guerrilleros y salvó a varios civiles. Su desempeño durante la toma bien podría convertirse en película de acción. Los apartes relacionados con el "Rambo criollo", y la valentía de los jueces y guerrilleros masacrados, son la única instancia en donde se relativiza el drama de los acontecimientos.