Memoria del Primer Encuentro Nacional de Mujeres ex Guerrilleras
Análisis y reflexión sobre la participación de las mujeres en el Movimiento Armado Socialista
Biblioteca
Fondos bibliográficos
Autor
Aguilar Terrés, María de la Luz [Comp.]
ISBN
--
Localizador
Bib-01/2
Núm. Páginas
302 pp.
Datos de Edición
México: s. e., 2007.
Contenido
Estas memorias surgieron, de una búsqueda basada primero en conversaciones, con mujeres y hombres que han querido pensar, analizar, o simplemente recordar. El Encuentro Nacional de Mujeres Ex Guerrilleras se llevó a cabo en la ciudad de México el 13 de diciembre de 2003 para constituirse en un "espacio de análisis y reflexión sobre la participación de las mujeres en el Movimiento Armado Socialista" decía la convocatoria "cómo lo vivimos nosotras las mujeres: en las organizaciones, en la pareja, la maternidad, la familia, la vida cotidiana, la lucha, la persecución, la cárcel, la muerte" y nos faltó agregar: la desaparición forzada.
Aunque en el encabezado de la convocatoria, parecía que habíamos incurrido en esa omisión, sin embargo en el programa uno de los aspectos más relevantes fue rendir homenaje a las compañeras caídas en la lucha, así como exigir la presentación de las compañeras detenidas-desaparecidas. Nuestra actitud fue de camaradería, solidaridad y un profundo respeto por todas ellas, pensando siempre que eso mismo pudo habernos sucedido a cualquiera de nosotras. Como sobrevivientes de ese movimiento sabemos que nuestro deber es reivindicar a las que ya no tienen voz y que en ese momento se hicieron escuchar, con las voces prestadas de familiares y amigos, por lo que forman parte de nuestra memoria y nos recuerdan lo que, significa luchar hasta las últimas consecuencias.
Bertha Lilia Gutiérrez Campos
Aunque en el encabezado de la convocatoria, parecía que habíamos incurrido en esa omisión, sin embargo en el programa uno de los aspectos más relevantes fue rendir homenaje a las compañeras caídas en la lucha, así como exigir la presentación de las compañeras detenidas-desaparecidas. Nuestra actitud fue de camaradería, solidaridad y un profundo respeto por todas ellas, pensando siempre que eso mismo pudo habernos sucedido a cualquiera de nosotras. Como sobrevivientes de ese movimiento sabemos que nuestro deber es reivindicar a las que ya no tienen voz y que en ese momento se hicieron escuchar, con las voces prestadas de familiares y amigos, por lo que forman parte de nuestra memoria y nos recuerdan lo que, significa luchar hasta las últimas consecuencias.
Bertha Lilia Gutiérrez Campos