Carlos ¿terrorista o guerrillero?

"Mucha gente ha querido especular con la imagen de Carlos -nos dice la autora-, presentándolo como un maniático sexual, un acomplejado por su niñez infeliz, un agente de Moscú o de La Habana. Como viví cerca de él durante cuatro años y soy su amiga en las buenas y en las malas, creo que es mi deber hacia él, que está vivo, y hacia tantos amigos que en América Latina y en otras partes del mundo han muerto luchando por sus ideales, escribir este testimonio (....) Carlos, como muchos de nosotros, ha sido producto de la frustración de la izquierda en América Latina".

Con estas palabras, nos explica la autora los motivos que le han impulsado a desvelarnos sus relaciones personales con "Carlos", proporcionándonos un relato apasionado que humaniza la compleja personalidad de ese misterioso personaje,