País
Conversaciones con Américo Martín
Biblioteca
Fondos bibliográficos
Autor
Peña, Alfredo; Martín, Américo
ISBN
--
Localizador
Bib-01/3
Núm. Páginas
225 pp.
Datos de Edición
Caracas: Editorial Ateneo de Caracas, 1978.
Contenido
Quizá pocos políticos venezolanos —de los que han vivido lustros— tengan tantas cosas que contar como Américo Martín. El joven líder socialista — candidato presidencial del MIR— ha sido protagonista de tres épocas claramente definidas: la resistencia contra Pérez Jiménez; la lucha armada; la etapa de reflexiones y autocríticas, que se plasma con mayor vigor a principios de esta década.
Américo Martín conversa con nosotros sobre la resistencia, la violencia y la línea actual de masas -hacia la conquista del socialismo para Venezuela. Pensamos que muy pocos de los hombres que tuvieron la responsabilidad de dirigir la insurrección en nuestro país, han hablado tan claro y tan valientemente de esa experiencia como lo hace en este libro Américo Martín. El jefe socialista no niega su papel protagónico en el proceso armado y guerrillero, pero, con toda franqueza, admite que aquello fue un disparate.
La exhaustiva plática con este líder político pone de relieve que el "guevarismo" y el "foquismo" constituyeron una trágica equivocación del movimiento revolucionario venezolano. Recuerda al inefable Blanqui, para decir que aquí fue resucitado por los principales líderes de la lucha insurreccional.
América Martín habla claramente de los errores de Lenin, de Allende, del "Che" Guevara, y de sus propios errores. Entiende que la dictadura del proletariado no es el término más adecuado para un régimen socialista venezolano. Cree que en los años 60 se equivocó Fidel Castro, pero no elude —ni por un instante— la responsabilidad que en esa equivocación tuvieron los revolucionarios venezolanos —incluyéndose él en primer término— en los desaciertos de una época signada por el voluntarismo y el "foquismo".
Las revelaciones que obtenemos —en diálogos que superaron las treinta horas— sobre los episodios de la lucha guerrillera (combates, muertes, emboscadas, cercos, retiradas y ofensivas, depresiones y euforias, partidas y desembarcos) son realmente apasionantes. A nuestro entender, ningún jefe político de la jerarquía de América Martín habló tan crudamente sobre una experiencia generalmente adornada con cultos, mitos y leyendas. Hay que abonarle a este líder socialista la sinceridad que ha tenido a la hora de contarnos lo que vivió y padeció en propia carne y sentidos.
Américo Martín dice sin esguinces: La lucha armada fue una trágica equivocación. No había condiciones. Se trató de levantar al pueblo mediante la acción de valientes y heroicos personajes. Pero, la revolución no es tarea de individualidades —por muy prominentes que sean—, es cuestión que hacen los pueblos y nadie más.
La lucha contra Pérez Jiménez queda aquí impresa por los relatos de este personaje que en sus años juveniles combatió la dictadura en las filas de Acción Democrática. Sufrió la tortura y la prisión, estuvo al lado de comunistas, socialcristianos, uerredistas y gente de su partido de entonces: los adecos jefaturados por Raíz Pineda y Alberto Carnevali. Martín rinde homenaje a los militantes acciondemocratistas que en los años duros y difíciles mostraron coraje y dignidad ciudadana.
[De la introducción de Alfredo Peña]
Américo Martín conversa con nosotros sobre la resistencia, la violencia y la línea actual de masas -hacia la conquista del socialismo para Venezuela. Pensamos que muy pocos de los hombres que tuvieron la responsabilidad de dirigir la insurrección en nuestro país, han hablado tan claro y tan valientemente de esa experiencia como lo hace en este libro Américo Martín. El jefe socialista no niega su papel protagónico en el proceso armado y guerrillero, pero, con toda franqueza, admite que aquello fue un disparate.
La exhaustiva plática con este líder político pone de relieve que el "guevarismo" y el "foquismo" constituyeron una trágica equivocación del movimiento revolucionario venezolano. Recuerda al inefable Blanqui, para decir que aquí fue resucitado por los principales líderes de la lucha insurreccional.
América Martín habla claramente de los errores de Lenin, de Allende, del "Che" Guevara, y de sus propios errores. Entiende que la dictadura del proletariado no es el término más adecuado para un régimen socialista venezolano. Cree que en los años 60 se equivocó Fidel Castro, pero no elude —ni por un instante— la responsabilidad que en esa equivocación tuvieron los revolucionarios venezolanos —incluyéndose él en primer término— en los desaciertos de una época signada por el voluntarismo y el "foquismo".
Las revelaciones que obtenemos —en diálogos que superaron las treinta horas— sobre los episodios de la lucha guerrillera (combates, muertes, emboscadas, cercos, retiradas y ofensivas, depresiones y euforias, partidas y desembarcos) son realmente apasionantes. A nuestro entender, ningún jefe político de la jerarquía de América Martín habló tan crudamente sobre una experiencia generalmente adornada con cultos, mitos y leyendas. Hay que abonarle a este líder socialista la sinceridad que ha tenido a la hora de contarnos lo que vivió y padeció en propia carne y sentidos.
Américo Martín dice sin esguinces: La lucha armada fue una trágica equivocación. No había condiciones. Se trató de levantar al pueblo mediante la acción de valientes y heroicos personajes. Pero, la revolución no es tarea de individualidades —por muy prominentes que sean—, es cuestión que hacen los pueblos y nadie más.
La lucha contra Pérez Jiménez queda aquí impresa por los relatos de este personaje que en sus años juveniles combatió la dictadura en las filas de Acción Democrática. Sufrió la tortura y la prisión, estuvo al lado de comunistas, socialcristianos, uerredistas y gente de su partido de entonces: los adecos jefaturados por Raíz Pineda y Alberto Carnevali. Martín rinde homenaje a los militantes acciondemocratistas que en los años duros y difíciles mostraron coraje y dignidad ciudadana.
[De la introducción de Alfredo Peña]