Cuba de vuelta
El presente y el futuro de los hijos de la revolución
Biblioteca
Fondos bibliográficos
Autor
Gilbert, Abel
ISBN
9789507423512; 9507423516
Localizador
Bib-03/3-1
Núm. Páginas
320 pp.
Datos de Edición
Buenos Aires: Planeta, 1993.
Contenido
Los cubanos que nacieron después de la revolución de 1959 son más de la mitad de la población de Cuba y representan la aprobación o el rechazo a la sociedad que allí construyeron Fidel Castro y sus hombres durante los últimos treinta años. El autor de este sagaz libro no es cubano, pero ha vivido allí con su generación, justamente aquella mitad clave; el también está entre quienes abrieron los ojos a la vida después de que un orden injusto hubiera sido demolido en algún lugar de América Latina y otro más equitativo procuraba levantarse.
La vida diaria en Cuba es la materia prima de Abel Gilbert, con sus éxitos y sus fracasos, con sus esperanzas y desilusiones, con los sentimientos religiosos y nacionales a flor de piel, mientras la fe en la utopía brega por sobreponerse a los terremotos de la historia. Solamente en el transfondo, la silueta de Fidel Casto, piloto de tormentas después de llevar la nave cubana hasta el socialismo, a golpes de timón ha emprendido el viaje de regreso. Albert Gilbert describe serenamente las zozobras de los tripulantes a medida que se alejan de la costa, aún ahora, sin puerto a la vista, confiados en la buena estrella de su comandante.
Rogelio García Lupo
La vida diaria en Cuba es la materia prima de Abel Gilbert, con sus éxitos y sus fracasos, con sus esperanzas y desilusiones, con los sentimientos religiosos y nacionales a flor de piel, mientras la fe en la utopía brega por sobreponerse a los terremotos de la historia. Solamente en el transfondo, la silueta de Fidel Casto, piloto de tormentas después de llevar la nave cubana hasta el socialismo, a golpes de timón ha emprendido el viaje de regreso. Albert Gilbert describe serenamente las zozobras de los tripulantes a medida que se alejan de la costa, aún ahora, sin puerto a la vista, confiados en la buena estrella de su comandante.
Rogelio García Lupo