La revolución de la madrugada

La humanidad se acerca, de nuevo, a una frontera suprema de la historia. "Ante ella -nos dice en este libro el autor de La revolución interrumpida-, todas nuestras revoluciones son movimientos de la prehistoria, trabajos de la madrugada. De esto, México, a su manera, es un país-testigo. Ha vivido su historia como un encuentro y una desgarradura, no por ninguna cualidad mística del 'alma mexicana', sino por razones materiales sólo explicables dentro del largo respiro de la historia". El mitológico Palacio Laberinto de Creta pesa hoy, simbólicamente, sobre la sociedad, la separa de sí misma, la extravía dándole la ilusión de que es no un muro, sino un camino. El laberinto es el sistema. "Pero no se sale de un laberinto negándolo, sino conociéndolo. Y este laberinto es también, en verdad, el de todos los hombres. Su hilo de Ariadna se llama marxismo".