Los Indalos

Los Indalos, viajeros a la eternidad no es una biografía ni una sucesión de hechos, eso sí, cualquier semejanza con la realidad... es real.

No fue fácil llegar al final y saber que ellos volverían a partir, sin embargo, me ayudó a descubrir lo que hay dentro de cada ser, lo que nunca muere, que la vida es un eslabón hacia la muerte y, pese al dolor, debemos aprender a convivir con ambas.

Por qué Los Indalos? Porque los personajes supieron vivir y morir como genios protectores, como el mítico Indalo de Mojácar, el único genio con poderes mágicos que libera a ese antiguo pueblo de maleficios y hasta de los que tienen mal ángel. Su figura estilizada-hallada en una cueva neolítica de Mojácar, la antigua ciudad mora al sur de España-sostiene el arcoiris por cada uno de sus extremos, es el símbolo ancestral de lo que éramos y buscábamos.

Doscientos años antes de Cristo, Roma y Cartageno, lucharon por la hegemonía del Mediterráneo, desde Cartagena a Mojácar. Al final, pudieron convivir árabes y cristianos, de ahí las increíbles leyendas trasmitidas por generaciones.

Como la historia de amor entre María, la de Cartagena y Salvador, el moro de Mojácar, nacidos con el siglo, y con ellos los Indalos venideros, que crecerían en una y convulsionada Latinoamérica, y al igual que Cristo, serían crucificados, sólo que en vez de clavos utilizarían napalm.