Cartas desde la prisión

Recién en 1981, casi 10 años después de su captura, Raúl Sendic -fundador  jefe del MLN-Tupamaros- fue autorizado a dirigirse por carta a sus cinco hijos, con tres de los cuales no había tenido jamás la ocasión de convivir: Preso en aislamiento total, en condiciones de las que no existe aún recuento fidedigno, aunque se conocen algunos estremecedores detalles, Sendic pudo disponer sólo de una carilla cada quince días -de no mediar alguna sanción- para establecer un puente entre sí mismo y los hijos lejanos. 

¿Qué puede hacer un padre en esa circunstancia para recuperar la relación con sus hijos, para serles útil, para estar presente de algún modo en su vida en el exilio y para hacerles presente, también, al país al que en definitiva pertenecen?

La respuesta de Raúl Sendic es esta serie de cartas -obviamente condicionadas por la censura- en que breves poemas, relatos de la historia del Uruguay, comentarios sobre progresos científicos o lecturas generales, rescatan el costado humano de un personaje que marcó la historia uruguaya de los últimos decenios. Estas cartas de un preso a sus hijos, recopiladas por su hermano Victoriano, publicadas con expresa autorización de su autor, hablan también de la relación de todos los presos con todos sus hijos, de sus terribles limitaciones, del drama de la separación. Su publicación quiere así ser otro aporte al reencuentro de los orientales.