La rebelión de los cañeros

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Autor
Rosencof, Mauricio
ISBN
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Localizador
Bib-01/3
Núm. Páginas
91 pp.
Datos de Edición
Montevideo: La República, 1995.
Contenido
El talento de Mauricio (Rosencof) se mete, "a lo Zolá", en la vida, y revela el dolor y los sueños de un Uruguay secreto. UTAA, las marchas cañeras, Vique, Santana, Castillo (hoy "desaparecido" en manos de los militares del Cono Sur), Raúl Sendic ("que ancló en el corazón de los desposeídos"), Orosmín Leguizamón, Rodríguez Beletti; numerosos personajes y momentos claves de la historia del movimiento sindical del campo uruguayo quedan, vencedores del futuro, en esta hermosa obra.

El norte "de la guerra silenciosa al hambre"; las regiones donde formar un sindicato exige unidad, mucho coraje y paciente labor clandestina; los sitios donde la violencia de los poderosos cuenta con la complicidad de los comisarios y el crimen por hambre de las listas negras; todo eso, y el dolor de los niños, y la ternura y el sufrimiento, y la solidaridad y el ejemplo —banderas de UTAA— están en este libro de angustias y sueños.

En los fogones de los cañeros aparece el recuerdo de un Aparicio quizá más real y sentido que el que suele aparecer hoy en los cristales de automóviles de lujo; un Saravia con el poncho sucio y "tropas tan pobres que pedían muñata".

Cuando "con el mate llega la charla y con la charla los recuerdos", el fuego trae también al relato de Juan Serpiente y los peludos, las luchas de los días de la ocupación de Cainsa; como el mate "y la línea" sobre el río, traen a la memoria de Álvarez dos Santos y a la de Pereyra Sosa sus campañas como soldados de Prestes.

La Rebelión de los Cañeros es un entrañable relato de vida; que en el pobre es —más clarito que en los demás— despojado camino hacia la muerte. En este paisaje, sin embargo, hay una esperanza: el sacrificio. Las luchas por el sindicato, por la tierra, por la liberación. Y entre las humildes aripucas, UTAA, marca un camino.

Todo aparece, en este libro, desde sus orígenes: hasta la integración, de lo que hoy tanto se habla, está en sus raíces reales ("cañaverales donde fraternizan, en una nación insólita: correntinos, riograndeses y uruguayos" en el idioma común de los fogones y en las sendas de la emigración "cuando la zafra de Artigas languidece").

Del prólogo de Guillermo Chifflet